El Parlamento Europeo ha elegido este martes a la eurodiputada popular maltesa Roberta Metsola como nueva presidenta de la institución con 458 votos.
Metsola, que este mismo martes cumple 43 años, contaba con el apoyo de populares, socialdemócratas y liberales para reunir una mayoría de los mismos colores que en 2019 auparon a la presidencia de la Eurocámara a su predecesor, David Sassoli, y a la de la Comisión a la alemana Ursula von der Leyen. Su candidatura ha obtenido 458 votos.
Tras semanas de negociaciones entre los tres grupos, los socialdemócratas y los liberales anunciaron en la tarde del lunes que apoyarían a la candidata popular; en el caso de la bancada socialista, a cambio de más peso entre las 14 vicepresidencias de la institución y otros cargos de liderazgo en la Eurocámara, aunque sin su deseado relevo del secretario general de la institución, el popular Klaus Welle.
Metsola ha alcanzado la mayoría absoluta necesaria para hacerse con el cargo en primera ronda, con 458 votos, mientras que la sueca de Los Verdes Alice Bah Kuhnke obtuvo 101 y la española de la Izquierda Sira Rego 57.
Metsola es, además, la persona más joven en presidir una institución comunitaria y la primera líder de uno de los organismos principales de la Unión Europea en proceder de Malta, el país más pequeño del club comunitario con algo más de medio millón de habitantes.
Su candidatura ha obtenido el respaldo público de, además de su propia familia política, los socialdemócratas y liberales, que no revelaron su apoyo hasta la tarde de ayer lunes a la espera de cerrar un acuerdo a tres sobre las prioridades para lo que resta de legislatura y un nuevo reparto de vicepresidencias (previsiblemente dos más para los socialdemócratas y una más para los liberales).
Los socialdemócratas lograron también la presidencia de la Conferencia de Presidentes de Comisión parlamentaria, que coordina el trabajo de estos organismos, y el liderazgo en una nueva comisión sobre el coronavirus aún por crearse, si bien no lograron un acuerdo para relevar al secretario general, el popular Klaus Welle, por un candidato socialista.
En su primer discurso ante el hemiciclo para presentar sus prioridades, la maltesa ha afirmado que el presidente del Parlamento debe ser "un constructor de consensos, que escuche, que pueda acercar las diferencias y sostener el centro" y afirmó que esta institución no debe "tener miedo de las reformas" para ser más moderna y eficiente.
En esta presentación, en la que ha asegurado que la lucha por la igualdad de género "no puede ser únicamente estética", su postura contraria al aborto en diferentes votos parlamentarios recibió la crítica velada de las otras dos candidatas a la presidencia, Alice Bah Kuhnke (Verdes) y Sira Rego (Izquierda), que defendieron los derechos de las mujeres en cuanto a salud reproductiva y pidieron no retroceder en este aspecto.