El número de víctimas mortales del derrumbe de un viaducto en la ciudad italiana de Génova ascendió a 43, después de que haya fallecido uno de los heridos en estado grave, informaron fuentes hospitalarias. Se trata de Marian Rosca un conductor rumano de 36 años y que era uno de los nueve heridos, tres de ellos de gravedad, que seguían ingresados.
Durante la jornada también los equipos de bomberos encontraron entre los bloques de cemento al que se cree que es el último desaparecido, un italiano de Génova. Mientras que por la noche, se encontró un vehículo con otras tres personas, una pareja y su hija de 9 años.
Aunque aún no existe confirmación oficial por parte de la Delegación de Gobierno de Génova, los datos de Protección Civil indican que no habría más personas entre los escombros. Mientras que un alemán que había sido dado como desaparecido se puso en contacto con las autoridades italianas.
Este sábado se celebró el funeral de Estado por todas las víctimas, oficiado por el cardenal y arzobispo de Génova, Ángelo Bagnasco, y con la presencia del presidente de la República, Sergio Mattarella, y del primer ministro, Giuseppe Conte. Aunque solo estuvieron presentes 19 féretros ya que las familias de los otros 19 fallecidos que hasta ayer habían sido identificados prefirieron una ceremonia privada.
El Gobierno ha decidido tras el accidente revocar la concesión de gestión de las carreteras italianas a Autostrade per L'Italia, ya que era la sociedad que se tenía que ocupar de la manutención de este viaducto. Además, el derrumbe ha provocado el desalojo de cerca 11 edificios, con 632 personas que han perdido su casas, ya que no podrán volver a ser habitables.