La participación en las elecciones legislativas en Francia se ha disparado. Si en las elecciones de 2022 votaron un 47,51% de los franceses llamados a las urnas, este domingo ya se ha superado ese dato a las 17:00 horas, lo que supone el mayor índice de participación a esta hora en una elección parlamentaria nacional a dos vueltas desde 1978.
Las personas que han depositado su voto en una urna se sitúa en un 59,39% a las 17:00 horas, 20 puntos por encima del dato registrado a la misma hora hace dos años, donde a esa hora solo habían votado el 39,42% de los franceses, y solo alcanzó un 47,51 % al final de la jornada, según ha informado el Ministerio del Interior. Ya a las 14:00 horas, la tasa de participación a mediodía de la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia había subido más de siete puntos en comparación a los comicios de hace dos años.
Además, el importante aumento de afluencia a las urnas es uniforme por todo el país. Entre los 95 departamentos de la Francia metropolitana, en algo más de la mitad se había superado ya el 60% de participación y solo en uno (Seine Saint Denis, el más pobre del país) no se había alcanzado la mitad (47,04%).
La participación total podría alcanzar el 69%, según avanzó el instituto demoscópico Elabes, mientras que Ipsos vaticinó una cifra algo más baja, del 67,5 %. De confirmarse esa cifra, será un aumento de al menos 20 puntos porcentuales respecto a las últimas elecciones.
La jornada de votación está transcurriendo sin incidentes mientras algunos de los candidatos más destacados ya han depositado su papeleta, como el líder de la ultraderechista Agrupación Nacional y posible gran triunfador de estos comicios de acuerdo con los sondeos, Jordan Bardella, que ha depositado su papeleta en Garches, Altos del Sena.
Manuel Bompard, el coordinador nacional del partido de izquierdas La Francia Insumisa -puntal del llamado Nuevo Frente Popular, una alianza concebida para combatir la emergencia de Bardella y su formación- también ha depositado su papeleta en Marsella.
El terremoto político estalló la misma noche del 9 de junio, cuando la mera difusión de los sondeos a pie de urna, que ya anticipaban una holgada victoria para la Agrupación Nacional de Bardella bastó para que el presidente, Emmanuel Macron, se dirigiese a la nación y anunciase la disolución de la Asamblea Nacional. "He escuchado vuestro mensaje", dijo.
"No hay nada más republicano que dar la palabra al pueblo soberano", declaró con semblante serio, consciente de que volver a repartir las cartas podía abocarle a la temida 'cohabitación'. No en vano, en los días posteriores dejó claro que no tenía pensado dimitir y que, por tanto, aceptaría una convivencia con el Gobierno conformado a partir de la mayoría parlamentaria.
La de este 30 de junio es sólo la primera ronda de un sistema a doble vuelta, con el 7 de julio como fecha clave. La Asamblea Nacional gala está compuesta por 577 diputados, elegidos por otras tantas circunscripciones: en cada una de ellas, sólo hay un vencedor en primera vuelta si alguien logra más del 50 por ciento de los votos emitidos y estos representan, además, al 25 por ciento del electorado total.