Paul Rusesabagina, el hombre que inspiró 'Hotel Rwanda', salvó a miles de personas de ser asesinadas a machetazos en 1994. Nunca quiso volver tras la guerra. Afincado en Estados Unidos, en agosto voló hacía Dubai y de allí marchó rumbo a Burundi para impartir una conferencia.
Pasó cinco días desaparecido y después apareció esposado. Desde Amnistía Internacional y Human Rights Watch defienden que se trata de una desaparición forzada, mientras que el presidente Paul Kagame lo define como una operación "impecable".
La denuncia está hecha, pero Paul Rusesabagina sigue en prisión. Únicamente cuenta con cinco minutos a la semana para hablar con su familia, siempre estando observado, como nos cuenta su hija, Aimée-Lys Rusesabagina.
Para Josefh Matata, ruandés afincado en Bélgica y amigo personal de Paul, con Ruanda nunca se esta a salvo. El gobierno ruandés acusa a Paul Rusesabagina de varios delitos, entre ellos terrorismo. Basa sus acusaciones en un video en el que Paul abiertamente muestra su apoyo a un grupo armado.
Rusesabagina defiende que es la única vía posible para acabar con el régimen de Kagame y su familia le apoya. Ahora, piden un juicio justo y que Occidente no vuelva a abandonarle.