Una pifia tan descomunal
Un periodista se cuela (por error) en el chat secreto de Trump: así discutieron el ataque a Yemen
Los detalles Uno de los halcones de Trump, agregó accidentalmente a Jeffrey Goldberg a un chat privado con 18 altos funcionarios. En ese chat se habló de cómo iban a ser los ataques a los hutíes, aunque ahora nieguen que compartieran "planes de guerra".

Resumen IA supervisado
Un grave fallo de seguridad expuso información ultrasecreta del Gobierno de EEUU sobre ataques a los hutíes en Yemen. Durante diez días, Jeffrey Goldberg, de 'The Atlantic', accedió a un chat privado donde altos cargos de Trump discutían detalles operativos de la ofensiva militar. Las conversaciones revelaron estrategias militares y críticas a Europa.
* Resumen supervisado por periodistas.
Un fallo de seguridad de proporciones insólitas ha dejado al descubierto información ultrasecreta del Gobierno de EEUU sobre los ataques a los hutíes en Yemen. Durante diez días, Jeffrey Goldberg, redactor jefe de 'The Atlantic', tuvo acceso a un chat privado donde altos cargos del Ejecutivo de Trump discutían, con absoluto descaro, los detalles operativos de la ofensiva militar.
El error lo cometió el congresista Mike Waltz, exmilitar y feroz aliado de Trump, quien, sin darse cuenta, incluyó a Goldberg en un grupo exclusivo de 18 figuras clave del Gobierno, entre ellos el secretario de Defensa, Pete Hegseth; altos mandos del Pentágono; responsables de Inteligencia y hasta el jefe de Gabinete de la Casa Blanca.
El propio periodista creyó al principio que se trataba de una broma o un intento de intoxicación informativa. Pero no. "¡Es muy gordo!", reconoce ahora Goldberg, quien ha decidido hacer pública parte de la conversación.
Confidencias de guerra y celebraciones en el chat
Las conversaciones en el grupo no dejaban lugar a dudas: allí se discutía sin tapujos la estrategia militar contra los hutíes, con reproches a Europa por su falta de apoyo y comentarios en tono de victoria anticipada. Pero el momento más alarmante llegó el sábado 15 de marzo, cuando el secretario de Defensa, Pete Hegseth, compartió en el chat detalles operativos concretos, incluyendo la hora exacta en la que comenzarían los bombardeos sobre Yemen.
El ataque se llevó a cabo con precisión quirúrgica y dejó al menos 31 muertos y más de 100 heridos. Mientras en Yemen caían las bombas, en el chat del Gobierno volaban emoticonos de banderas y mensajes de euforia. Goldberg, incapaz de soportar la escena, decidió abandonar el grupo.
Trump se desmarca, su gabinete se atrinchera
La publicación de esta información ha desatado una tormenta política en Washington. La Casa Blanca de Trump ha reaccionado con su manual clásico: negar, minimizar y atacar al mensajero.
"Yo no sé nada, no me gusta esa revista", se ha limitado a decir Trump al ser preguntado por la filtración.
Mientras tanto, su secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha intentado echar balones fuera: "Nadie estaba mensajeando planes de guerra, no tengo más que decir".