En las últimas horas se ha conocido un vídeo publicado en el 'canal 12' israelí en el que vemos a un periodista entrando de lleno en el conflicto en Oriente Próximo. La situación ocurre de la siguiente forma. Israel detona un edificio en el sur del Líbano, una acción retransmitida en esta televisión.
La peculiaridad de esta acción que quien pulsa el botón es un periodista, que no solo cruza una línea legal sino también moral. La convención de Ginebra protege a los reporteros en el campo de batalla solo cuando actúan como periodistas.
Si participan en la actividad militar, se convierten en objetivos militares legítimos.
Los que no podían ser objetivos eran los tres periodistas libaneses que fueron asesinados por el Ejército de Israel en un ataque contra el hotel donde se hospedaban. Una campaña contra quienes informan de su barbarie y contra los periodistas gazatíes.