El petrolero iraní 'Sanchi' que llevaba más de una semana a la deriva tras colisionar el pasado 6 de enero con un carguero en el Mar de China Oriental, se ha hundido por completo con 31 tripulantes a bordo después de una nueva explosión. En el momento de la colisión el buque transportaba 136.000 toneladas de petróleo condensado.
La última explosión se produjo a las 12 de la mañana del pasado 14 de enero, provocando llamas de entre 800 y 1.000 metros de altura y ocasionando el hundimiento del petrolero por la proa.
Un responsable del Comité Especial para el seguimiento del accidente, aseguró que no existía probabilidad de encontrar los cadáveres de los fallecidos. No obstante, los equipos de emergencia chinos consiguieron rescatar dos cuerpos de los 31 marineros a bordo desaparecidos.
Los dos cadáveres de la embarcación fueron hallados en una zona de la cubierta del buque, a la cual se tuvo acceso debido al cambio de dirección del viento.