El conflicto Ucrania-Rusia ocupa las portadas de los periódicos europeos. La intervención militar rusa en Ucrania está dejando unas terribles imágenes en las que los ciudadanos intentan buscar refugio y huir del conflicto. Mientras tanto, Vladimir Putin sigue centrado en su objetivo: ampliar la zona de influencia rusa. ¿Atacará, por tanto, a otros países?

"Podría, seguramente. Pero no creo que se plantee un proceso de ocupación". Así lo señala Maximiliano Fuentes Codera, doctor en Historia Contemporánea y profesor en la Universitat de Girona. El experto cree que Vladimir seguirá intentando mantener y ampliar su zona de influencia. "Si hace falta a través de la guerra. Pero no como forma de ocupación", señala.

El doctor en Historia Contemporánea opina que la invasión de Ucrania no tiene que ver con las anexiones del pasado sino que Rusia lo ve como una forma de tener un gobierno títere, como en el caso de Bielorrusia. Aunque el historiador asegura que por el momento no atacará a otro país, señala que una posibilidad podrían ser los Países Bálticos. ¿Por qué? "Porque es la otra antigua zona de influencia soviética y una zona importante de la OTAN", argumenta el experto, quien advierte de que de momento no hay nada que lo haga pensar de manera firme.

Volviendo al conflicto actual, Maximiliano Fuentes Codera señala que el de Ucrania-Rusia es un problema geopolítico. Rusia ataca porque lo considera una injerencia de la OTAN al no respetar los acuerdos de París. Según estos acuerdos, que tuvieron lugar tras la Guerra Fría, la OTAN no pretendería influir sobre territorios exsoviéticos, como era Ucrania. La OTAN, Estados Unidos y la Unión Europea lo ven al revés: consideran que ha tenido lugar una injerencia de Rusia en territorios soberanos, como es el caso de Ucrania. Así lo ilustra el experto, quien señala las consecuencias que podría tener el conflicto a nivel mundial.

Las potencias tienen dos opciones: una política de apaciguamiento y de intentar contentar a Putin o plantarse. También podrían optar por sanciones más fuertes e incluso una intervención militar de potencias que cambiaría todo el mapa político, señala Fuentes. En este sentido, reconoce que China no parece que intervenga pero, asegura que es un proceso todavía abierto. "En el caso de que Rusia pueda ocupar una parte de Ucrania se abriría la puerta a otros conflictos mundiales: como puede ser China y Taiwán". El experto cree que todo apunta a que otras potencias mundiales intervendrán para defender el territorio. "No me atrevería a decir otra cosa", añade.

El historiador Pablo Delgado apunta directamente a las armas nucleares como el elemento que puede decidir la suerte de este conflicto. "Como elemento disuasorio, pero en última instancia", añade. El experto recuerda que Ucrania no tiene, pero la OTAN sí, como recordó el ministro de Exteriores francés Jean-Yves Le Drian este jueves. Delgado cree que Putin no va a poner un pie en países atlantistas por esta cuestión. "Por ello creo que hay que mirar a Finlandia, también fronterizo con Rusia y no perteneciente a la OTAN. Si bien Putin justificó en su discurso del lunes la teoría del espacio vital para ocupar Ucrania, Finlandia no cuenta con el mismo parentesco cultural y étnico con Rusia. Sin embargo, al igual que Ucrania, una de las razones para la integración en la Alianza son las provocaciones hacia Moscú".

Así, el historiador señala que Occidente tiene que avanzar en tres aspectos: limitar la dependencia energética, incrementar la defensa militar y aprovechar esta crisis para unir a los estados miembros de la OTAN y la Unión Europea. En este sentido, recuerda que se "ha trabajado en los últimos años estrategias para contener la dependencia energética con Rusia y ofrecer resistencia militar en caso de hostilidad, incrementando algunos países presupuestos armamentísticos como Suecia o Polonia". También la Unión Europea y Estados Unidos buscan otros proveedores de gas, quizás más caros económicamente hablando, pero más seguros, además de la construcción de centrales nucleares en Estonia, Polonia y Francia para garantizar el abastecimiento energético, explica.

Así, el historiador se fija también en Rusia. "Tengamos en cuenta que el gas y el petróleo rusos suponen 2/3 de las exportaciones del país, y Putin no quiera perder a sus clientes europeos, lo cual no quita peso a la defensa de sus fronteras ante la interpretación del avance de la OTAN hacia el Este, especialmente tras la ampliación de 2004 de la Unión Europea, paso previo para la entrada de Polonia, las repúblicas bálticas, Bulgaria o Rumanía en la Alianza". Delgado coincide con Maximiliano Fuentes Codera: la ocupación de Ucrania es un paso más dentro de la estrategia chino-rusa de derrocar el contexto geopolítico de Estados Unidos, pues el gigante asiático hostiga desde hace años de una manera muy parecida a Taiwán, aliado de Occidente.