El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha confirmado finalmente el caso de polio sospechoso que fue identificado en un primer momento hace una semana en un bebé de 10 meses del centro de la Franja de Gaza, en lo que se trata de la primera incidencia de este tipo ratificada en el enclave palestino desde hace 25 años.
"El bebé, que ha desarrollado una parálisis en la extremidad inferior izquierda, se encuentra ahora estabilizado", ha confirmado el director general de la OMS en su cuenta de la red social X.
Además, tiene ya parte de su cuerpo paralizado y su vida está en peligro, según asegura informó la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). "Es una noticia muy triste. La polio no distinguirá entre niños palestinos e israelíes", afirmó en X el secretario general de UNRWA, Philippe Lazzarini, sobre la rápida propagación de la enfermedad ante la falta de higiene y saneamiento en el enclave.
El caso ha sido confirmado tras un análisis de las muestras de heces del bebé, cuya secuencia genética coincide con la variante tipo 2 del poliovirus detectada en las muestras de agua residual del enclave, recogidas en junio.
Precisamente ese mes fue identificado el poliovirus en estas muestras ambientales, también recogidas en la cercana población de Jan Yunis. Desde entonces se han notificado en Gaza tres casos de niños con sospecha de parálisis flácida aguda (PFA), un síntoma común de la poliomielitis.
"Retrasar una pausa humanitaria aumentará el riesgo de propagación entre los niños", avisó Lazzarini. También indicó que no basta con llevar las vacunas a Gaza y proteger la cadena de frío, sino que deben llegar a todos los niños y que para que los equipos médicos de UNRWA puedan distribuirlas son necesarias condiciones de seguridad.
Desde que comenzó la guerra, UNRWA ha podido vacunar al 80 % de los niños de Gaza contra diferentes enfermedades infantiles, aunque ahora es necesaria una campaña de inmunización contra el poliovirus. Además de la polio, hay una alta incidencia de enfermedades cutáneas infecciosas en la Franja de Gaza, así como de diarrea y un brote con más de 40.000 casos de hepatitis A.