Con menos de un millar de contagios y una veintena de fallecidos por Covid-19, Uruguay se ha ganado el apodo del 'oasis', la "excepción" o el "ejemplo" en un continente devastado por la pandemia. Pero ¿cómo han logrado poner a raya al virus?
Con un sistema sanitario fuerte y un Gobierno que actuó rápido. El 13 de marzo se detectó el primer caso de coronavirus, y se mismo día se decretó la emergencia sanitaria. La cuarentena nunca fue obligatoria, pero los uruguayos sí fueron muy responsables.
El 90% la acataron. "Si Uruguay está siendo elogiada en el mundo es por la conducta de los uruguayos", ha declarado el presidente del país, Luis Lacalle Pou. En cuanto a tests, han realizado muchos más que otros países latinoamericanos más afectados. En concreto, el triple que Brasil por millón de habitante.
Todo un reto para el presidente Lacalle, que llegó al poder dos semanas antes de estallar la pandemia. Con su gesto de bajarse el sueldo un 20% durante la crisis se ha ganado la simpatía del pueblo. Actualmente, Uruguay ha accedido a la lista de países con permiso para entrar en la Unión Europea.
Su caso sin duda llama la atención por compartir frontera con Argentina, de vuelta al confinamiento por los rebrotes, y con Brasil, epicentro de la pandemia y donde ya han superado los 55.000 fallecidos.