El juez de la Corte Suprema de Nueva York James Burke ha condenado este miércoles a 23 años de prisión al exproductor de cine Harvey Weinstein, en el primer juicio celebrado por abusos sexuales desde que se originó el movimiento de denuncia 'Me too'.

El pasado 24 de febrero,un jurado popular declaró al exproductor culpable de violación en tercer grado contra la aspirante a actriz Jessica Mann y de asalto sexual en primer grado contra la asistente de producción Mimi Haley.

Sin embargo, el jurado descartó el cargo por violación a la actriz de la serie 'Los Soprano', Annabella Sciorra, absolviéndole de la acusación más grave que le podría haber costado la cadena perpetua. Así, Weinstein se enfrentaba a un máximo de 29 años de cárcel y un mínimo de cinco.

Por su parte la Fiscalía de Nueva York solicitó al juez el pasado sábado una sentencia a Weinstein acorde a "gravedad" de las acusaciones" y a "la falta de remordimiento por el daño que ha causado".

El fiscal solicitaba al juez que tuviera en cuenta para dictar sentencia su historial de abusos y asaltos a lo largo de más de cuatro décadas y remontaba el primer abuso sexual del que fuera el rey Midas de Hollywood a 1978, cuando intentó violar a una trabajadora de su empresa en un hotel.

Solicitud de ayuda a políticos y empresarios

El juicio dio comienzo el pasado 6 de enero con la elección del jurado que le halló culpable de los dos cargos y estuvo compuesto por siete hombres y cinco mujeres. Este martes se hicieron público documentos judiciales que revelaban cómo Weinstein pidió ayuda a algunos de los políticos y empresarios más importantes de Estados Unidos cuando comenzaban a lloverle las acusaciones de abusos para intentar evitar que el consejo directivo de la productora que había cofundado le despidiera.

El productor envió correos tanto al exalcalde de Nueva York y candidato retirado a las primarias democráticas Mike Bloolmberg como al fundador de Amazon, Jeff Bezos, y a los CEO de Apple y de la entidad financiera Goldman Sachs, Tim Cook y Lloyd Blankfein, respectivamente. La mayoría de los políticos y empresarios que recibieron la petición de ayuda de Weinstein nunca contestaron.