Los agricultores franceses se preparan para llevar sus tractores a París y bloquear la capital gala, pero llevan ya días protestando de diferentes maneras, también con acciones contra grandes superficies comerciales, a las que culpan de percibir ganancias extraordinarias mientras ellos continúan en pérdidas.
En una de las principales plazas de Montpellier, los manifestante se congregaban en torno a una hoguera y en Agen, epicentro de las protestas, han convertido el acceso a su prefectura en un vertedero y bloqueado la entrada de la estación de tren con tierra y neumáticos. Allí, hace unos días arrojaron tal cantidad de estiércol a la cubierta de un supermercado que el techo no pudo soportar el peso, mientras que en Clemont-l´Herault araron literalmente el asfalto del parking de un establecimiento comercial.
En Draguignan, los manifestantes colapsaron el acceso de edificios institucionales soltando un rebaño de ovejas e iluminaron la noche de Burdeos incendiando palés frente a su Ayuntamiento. Además, durante toda la semana han cortado carreteras y boicoteado a transportistas españoles. "Yo he dejado de ganar dinero, pero bueno, es lo que hay", se resigna uno de ellos.
A los manifestantes no les convencen las palabras del primer ministro, Gabriel Attal, que ha asegurado de que no dejará la agricultura francesa "a merced de la competencia desleal", apuntando a países como España e Italia, que emplean productos fitosanitarios prohibidos en Francia en alimentos que luego se venden allí. Attal ha visitado de nuevo este domingo una explotación agrícola para calmar las tensiones con el sector, al que pide cuatro meses para trabajar en una ley que mejore la situación.
A pesar de ello, los sindicatos mantienen ese bloqueo indefinido de la capital. Los agricultores reclaman mejoras salariales, la reducción de restricciones medioambientales, ayudas frente a la subida del diésel y un aumento en la protección del campo ante la importación de otros países. En este sentido, incluso temen que la entrada de Ucrania en la Unión Europea aumente la competitividad. Así, y aunque las protestas se han desinflado en las últimas horas, pretenden asediar París este lunes.