La marea humana marchaba a pie por las calles de Marsella, pitos y gritos de los ciudadanos que le piden a Macron que entienda sus quejas y dimita. "Macron, vete", afirma una joven.
Los manifestantes han irrumpido en un comercial de Marsella entre cánticos contra el Presidente y proclamas más exaltadas.
Las columnas de gente en varios puntos de la ciudad han obligado a cerrar un establecimiento. En Limoges, un grupo de manifestantes ha intentado levantar un muro de hormigón a las puertas de un edificio oficial del gobierno regional.
A pie también marchaban por el centro de Burdeos, bloqueando los puentes o los peajes como uno de los alrededores de Toulouse.
A Perpiñán, los 'Chalecos Amarillos llegaban en moto' y una larga caravana ha colapsado el centro de la ciudad.
La petición de dimisión a Macron ha sido el grito más escuchado y extendido por todo el país, una jornada de cánticos donde no ha faltado la Marsellesa para invocar ese espíritu de revolución tan profundo en Francia.