El presidente ruso Vladimir Putin ha sugerido que el accidente aéreo que mató en agosto al jefe mercenario de Wagner, Yevgeny Prigozhin, fue causado por granadas de mano que detonaron dentro del avión y no por un ataque con misiles.
El avión privado Embraer en el que Prigozhin viajaba a San Petersburgo se estrelló al norte de Moscú el 23 de agosto. Las diez personas que viajaban a bordo murieron. Entre éstas se encontraban otros dos miembros destacados de Wagner, los cuatro guardaespaldas de Prigozhin y tres miembros de la tripulación.
Putin sugiere que el avión fue volado desde dentro. "Se encontraron fragmentos de granadas de mano en los cuerpos de los muertos en el accidente", ha expresado en una reunión del Club de Debate Valdai en el balneario de Sochi, en el Mar Negro.
"No hubo impacto externo en el avión; esto ya es un hecho establecido", recalca, desestimando así las afirmaciones de funcionarios estadounidenses no identificados que dijeron poco después del accidente que creían que había sido derribado.
Sin embargo, no ha aportado más detalles sobre cómo una (o varias) granadas pudieron ser detonadas a bordo. Sí ha dicho creer que los investigadores se equivocaron al no haber realizado pruebas de alcohol y drogas en los cuerpos de las víctimas mortales en el accidente.
Elmotín de Prigozhin planteó el mayor desafío al oGbierno de Putin desde que el antiguo espía de la KGB llegó al poder en 1999. Los diplomáticos occidentales dicen que expuso las tensiones sobre Rusia por su "operación militar especial" en Ucrania.