Rusia continúa arrasando las regiones de Donetsk y Jarkov y eleva el número de muertos ucranianos a al menos 310. En sus ataques, las tropas rusas utilizan armamento de la OTAN abandonado por las tropas ucranianas. Tal y como puedes ver en el vídeo, en la conquistada y destruida planta de Azovstal, la infantería rusa recoge el botín de guerra: balas y lanzacohetes occidentales. "Hay muchas armas y las podemos reutilizar porque sabemos cómo usarlas", afirma un soldado ruso en Azovstal.
Muchas de estas armas que utilizan ahora los rusos para sus ataques fueron cedidas a Ucrania por Reino Unido. Precisamente, Boris Johnson fue recibido entre aplausos en Kiev por la ayuda armamentística enviada al país. Entre blindados y carros de combate rusos destruidos, el primer ministro de Reino Unido mostró su apoyo a los soldados ucranianos: "Enhorabuena por destruir esos tanques rusos", expresó, tras lo que rindió homenaje a los caídos junto a Zelenski. "Gracias por vuestra increíble resistencia", manifestó Johnson.
Cabe destacar, además que tras tres meses de cautiverio, la doctora ucraniana Yulia Paievska ha sido liberada. "Logramos liberar del cautiverio a 'Taira', la paramédica ucraniana Yulia Payevska. 'Taira' vuelve a casa", ha anunciado el presidente de Ucrania.
Más Noticias
- Guerra Ucrania - Rusia, en directo | El Pentágono afirma que ya hay militares norcoreanos en Kursk, Rusia
- La Asamblea General de la ONU solicita el levantamiento del embargo de EEUU a Cuba
- Guerra Israel - Hamás, en directo | Israel reclama la evacuación "inmediata" de la ciudad de Baalbek, en el este de Líbano
- Hizbulá nombra a Naim Qassem, hasta ahora número dos, como sucesor de Hassan Nasrallah
- Trump enfada a la clave puertorriqueña con la ayuda de Tony Hinchliffe: "Hay literalmente una isla flotante de basura"
Mientras, los soldados estadounidenses capturados por Rusia continúan en paradero desconocido. El presidente de EEUU, Joe Biden, se muestra tajante al respecto: "No sabemos dónde están, y, por eso, reitero que los estadounidenses no deberían ir a Ucrania". Se trata de una advertencia que busca evitar tensionar la relación entre Washington y Moscú.