El presidente de Rusia, Vladimir Putin, celebró en la noche de este domingo el resultado de unas elecciones que le han dado la victoria, con una gran diferencia respecto al resto de candidatos. "Primero de todo, quiero dar las gracias a los ciudadanos rusos. Todos somos un solo equipo. Todos los ciudadanos que acudieron a los colegios electorales y votaron", dijo Putin en una intervención posterior al recuento.
Destacó que la alta participación, la mayor desde 1991, está estrechamente vinculada con la guerra en Ucrania. "Esto está relacionado con que nos vemos obligados, en el sentido literal de la palabra, a defender con las armas en la mano los intereses de nuestros ciudadanos", afirmó. En cuanto a los desafíos, subrayó que la prioridad es "alcanzar los objetivos en el marco de la operación militar especial y fortalecer las Fuerzas Armadas".
El líder ruso aseguró este domingo que aprobó el canje del líder opositor, Alexéi Navalni, días antes de que muriera repentinamente en una prisión ártica, de lo que sus correligionarios lo acusan directamente. "Créame usted o no. El hombre que habló conmigo, no había acabado la frase y yo ya dije: estoy de acuerdo. Pero lamentablemente pasó lo que pasó", afirmó Putin, quien por primera vez pronunció el nombre de Navalni.
Explicó que alguien que no pertenece a la Administración presidencial -los aliados de Navalni mencionaron al magnate Román Abramóvich- le propuso canjear al opositor por rusos encarcelados en países europeos. "Pero con una condición yo lo acepté: lo canjeamos, pero que no vuelva más. Que se quede allí. Pero así es la vida", dijo. Putin aludió al "señor Navalni" y describió su deceso en una prisión del círculo polar ártico como "un triste suceso".
Asimismo, al hablar directamente de la guerra, Putin advirtió de que los soldados de la OTAN ya combaten en Ucrania y mueren "en grandes cantidades" en el campo de batalla. "Los soldados de los países de la OTAN están allí presentes. Lo sabemos", dijo. Aseguró que los soldados rusos les oyen hablar en francés y en inglés, lo que, opinó, "no es nada bueno, principalmente para ellos, ya que mueren". "Y lo hacen en grandes cantidades", añadió.
En cuanto a un posible conflicto entre Rusia y la Alianza Atlántica, respondió que "en el mundo actual todo es posible". "Todos comprenden que eso nos colocará a un paso de una Tercera Guerra Mundial a gran escala. No creo que a nadie le interese esto", señaló. A su vez, no descartó que el Ejército ruso tenga que crear una "zona sanitaria" (zona de seguridad) en el territorio bajo control de Kiev en la región nororiental de Járkov para reducir los ataques contra territorio ruso.