El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha aterrizado este martes en la capital de Corea del Norte, Pyongyang, para llevar a cabo la que es su primera visita de Estado en lo que va de siglo y en la que prevé reunirse con el líder supremo norcoreano, Kim Jong Un, en aras de fortalecer una relación que ha ido a más en los últimos años.

A su llegada a la capital norcoreana, Putin ha sido recibido ya en el aeropuerto por el propio Kim en muestra de agredecimiento por este viaje del más alto nivel diplomático. Sin embargo, no se espera que sea hasta el miércoles cuando la visita entre en su parte más sustancial, según recoge la agencia rusa de noticias TASS.

El mandatario ruso estará en Corea del Norte durante dos días, y las autoridades de ambos países han estimado que durante este periodo los líderes compartan su tiempo hasta nueve horas en diferentes actos. Está prevista también la firma de varios documentos conjuntos, así como otro tipo de ceremonias y homenajes.

Al finalizar su visita de Estado en Corea del Norte, Putin pondrá rumbo a Vietnam, donde mantendrá una serie de encuentros con el secretario general del Comité Central del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong; el presidente del país, To Lam; y el primer ministro, Pham Minh Tinh, entre otros dirigentes locales.

La semana pasada, las autoridades rusas reivindicaron su derecho a mejorar sus relaciones con Pyongyang ante el aumento de las advertencias en el seno de la comunidad internacional, que miran con temor el aumento de los contactos entre ambos países, especialmente en materia militar. Kim ha alabado recientemente su relación "invencible" con el Gobierno ruso y ha descrito a su homólogo como un "compañero de armas". En este sentido, ha recordado que su encuentro con Putin en Rusia el año pasado ha llevado los lazos entre los dos países a un "nivel superior".

El mandatario norcoreano viajó el pasado mes de septiembre a Rusia y visitó el cosmódromo de Vostochni, donde Putin le prometió ayudarle en la construcción de satélites. Ambos líderes acordaron entonces celebrar nuevos contactos progresivamente. Pyongyang y Moscú han aumentado paulatinamente sus relaciones diplomáticas y en materia de seguridad, especialmente a medida que aumenta la tensión en la península de Corea y a raíz de la invasión rusa de Ucrania.