Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos llevan su disputa al campo petrolífero. El rechazo de Emiratos Árabes a las cuotas de producción que defiende Arabia Saudí ha impedido un acuerdo en la OPEP y provocado una volatilidad en el precio del crudo que acabamos notando aquí.
La ruptura petrolera es la muestra de una fractura mayor, algo que Gonzalo Escribano, director de Energía y Cambio Climático del Real Instituto Elcano, asegura que antes se solucionaban "con una llamada entre los príncipes herederos".
Mohamed bin Salmán y Mohamed bin Zayed, uña y carne hasta hace poco, muestran sus discrepancias desde que los separatistas rompiesen con el Gobierno yemení de Hadi, apoyado por Arabia Saudí. "En un conflicto centralísimo como podía ser para Arabia Saudí, vemos cómo su principal aliado no le sigue los pasos", cuenta el investigador Eduard Soler a laSexta Noticias.
Una rival que también se lleva al modelo económico. Bin Salmán quería emular el modelo de Emiratos Árabes para atraer inversiones y depender menos del petróleo. Para ello, ha firmado una serie de normas que perjudican directamente a su aliado.
El príncipe saudí quiere modernizar la economía, pero no democratizar el país. Abu Dabi y, sobre todo, Dubai son sede de muchas empresas occidentales.