Pudo haber sido él, y no Maduro, el actual presidente de Venezuela. Diosdado Cabello, el ahora nuevo ministro de Interior venezolano, ha tenido un papel relevante en el chavismo desde el intento de golpe de Estado del 92.

Ahora hemos sabido de él por ser quien anunció la detención de dos españoles en territorio venezolano, pero Cabello ya era conocido desde hace muchos años en el país latinoamericano.

El teniente era el otro candidato a suceder a Hugo Chávez, pero éste al final se inclinó por Maduro. Se rumorea que ambos siempre han mantenido una cierta rivalidad. Quizá por eso llevaba 14 años fuera del Ejecutivo hasta este verano, cuando Maduro le otorgó el control del orden público, tras su polémica victoria.

"Los vamos a joder", declaró contra las protestas y la oposición. Perteneciente al ala dura del chavismo, Cabello es la cara visible. La más visible ya que desde 2014 presenta "Con el mazo dando", un programa semanal donde acostumbra a desacreditar a opositores del chavismo, llegando incluso a acusarlos de delitos graves. "Edmundo González es un asesino", llegó a afirmar en su programa.

Afirmaciones que, según un informe de la ONU, han llegado a desencadenar procesos penales arbitrarios. Y es que Cabello no se corta en utilizar informes de inteligencia o grabaciones obtenidas sin orden judicial.

También llegó a cerrar 32 emisoras de radio mientras era director de las Telecomunicaciones de Venezuela. Un viejo amigo del chavismo que no ha dudado en cargar contra cualquiera que se atreva a criticar al gobierno venezolano.