Ismail Haniyeh, asesinado este miércoles en un ataque perpetrado durante su visita a Irán con motivo de la toma de posesión del presidente iraní, tenía un papel importante dentro de Hamás. Era uno de sus líderes (uno de los tres fundamentales).
Dentro de este grupo terrorista, que gobierna la Franja de Gaza, hay una serie de órganos de liderazgo con diferentes funciones. Todos tienen el mismo objetivo: establecer un estado islámico en los territorios históricos de Palestina.
Según el Consejo de Relaciones Exteriores, Haniyeh formaría parte de Politburó, formado por 15 miembros. Este órgano se encarga de la política general actuando como un órgano consultivo general que opera en el exilio desde Qatar. De hecho, Haniyeh abandonó Gaza hace años alegando que su vida corría peligro.
De profesor universitario al brazo político de Hamás
Haniyeh se crió en el campo de refugiados palestinos de Ash Shati, junto a la ciudad de Gaza, dado que sus padres abandonaron su hogar con la conquista por el Ejército del flamante Estado judío en la primera guerra árabe-israelí.
Tanto él como su familia lograron sobrevivir gracias a las asignaciones mensuales que les facilitaba la Agencia de Socorro y Trabajos de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
Cuando ya pasó a ser un adolescente se matriculó en la Universidad Islámica de Gaza, "un centro donde bullía el sentimiento de resistencia al ocupante israelí pero bajo la influencia político-religiosa de los Hermanos Musulmanes egipcios", señala el centro de investigación en relaciones internacionales CIBOD.
Allí completó sus estudios de Literatura Árabe al mismo tiempo que formó parte del bloque de estudiantes islámicos. Con la primera Intifada (insurrección popular palestina protagonizada por los jóvenes frente a las fuerzas israelíes de ocupación) él formó parte de los violentos disturbios contra las fuerzas israelíes ya como miembro de Hamás, que se creó en aquella época.
El primer gran levantamiento palestino, que arrancó en Gaza y días después estalló en Cisjordania, se extendió durante seis años, y acabó con la muerte de unos 200 israelíes y cerca de 1.300 palestinos.
Haniyeh participó activamente hasta que fue condenado a tres años de prisión (tras varios pasos por la cárcel más breves) por subversión. Al salir de su condena, regresó a Gaza como docente de alta categoría en la Universidad Islámica.
Durante esos años Hamás se hizo más fuerte. Su brazo militar protagonizó una sanguinaria ofensiva terrorista contra objetivos del interior de Israel con "la figura del dinamitero suicida que se hacía estallar en autobuses o recintos de ocio repletos de gente y con los años iba a contribuir decisivamente, al colapso del proceso de paz iniciado en Oslo".
Es más, sus labores en el terreno social (como las red de escuelas, orfanatos, clínicas, cocinas populares, mezquitas y ligas deportivas) aumentaron la popularidad del movimiento en los territorios autónomos y ocupados, sobre todo en Gaza.
Fue en Gaza donde precisamente Haniyeh dio su salto al mando político de Hamás, en 1997, con 34 años. El fundador y líder espiritual de Hamás, el jeque Yassín, lo puso al frente de Gaza.
Más tarde, con el estallido a finales de septiembre de 2000 en la misma Explanada de las Mezquitas de la Ciudad Antigua de Jerusalén oriental de la segunda Intifada, dio el salto a liderazgo político de Hamás.
Sus primeras elecciones, el camino a primer ministro
Desde entonces, ha jugado un papel primordial en Hamás hasta tal punto que le pusieron al frente de la lista de candidatos al Consejo Legislativo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en las primeras generales donde cosechó un triunfo demoledor: mayoría absoluta de 74 escaños sobre 132.
El Gobierno del primer ministro Ahmad Qureia (Fatah) estaba listo para gobernar con ellos, pero Israel rechazó un gobierno palestino integrado por una "organización terrorista que llama a nuestra destrucción". Inició entonces una ofensiva internacional para conseguir el aislamiento diplomático y el embargo financiero de la autonomía palestina.
Aún así, el presidente del Estado de Palestina designó a Haniyeh candidato a primer ministro y le pidió "abandonar los métodos violentos, luchar por cauces exclusivamente políticos y asumir la legitimidad y la necesidad de hablar con Israel".
El 19 de marzo Haniya anunció la composición de su propuesta de gabinete, que finalmente fue monocolor con 24 ministerios estaban repartidos entre políticos de Hamás, tecnócratas e independientes.
Unos días más tarde, el 28 de marzo de 2006, el Consejo Legislativo invistió a Haniya y sus ministros. Al día siguiente prestaron juramento en dos actos celebrados simultáneamente en Gaza y Ramallah, y a continuación tomaron posesión de sus oficinas.
Un año más tarde, el 15 de febrero de 2007, Haniya presentó su renuncia. Según recogió la BBC, Hamás estaba descontento con las medidas para disolver una fuerza de seguridad que había establecido y se habían dado disputas sobre los nombramientos para puestos clave del gabinete.
Ese verano, Abbas declaró el estado de emergencia, cesó al primer ministro, Ismail Haniyeh, y disolvió el Gobierno de unidad nacional, con el objetivo de formar un nuevo Ejecutivo. En las semanas siguiente, Hamás obtuvo el control de la mayor parte de Gaza y culpaba a las "milicias de Al Fatá", el partido moderado del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de la situación de violencia.
Para Haniyeh, el problema en los territorios había aumentado "después de la firma de los acuerdos interpalestinos de La Meca" y tras la "formación de un Gobierno de unidad nacional", cuando "se puso en marcha una guerra de propaganda contra Hamás".
El conflicto había empezado. Las comunicaciones se habían roto. Desde 2008 se han llevado a cabo varias ofensivas. La de mayor envergadura, sin tener en cuenta la actual, tuvo lugar en julio de 2014, cuando Israel lanzó una operación denominada 'Margen protector': fue una invasión de la Franja de Gaza que duró unos 50 días y provocó la muerte de unos 2.000 civiles palestinos y más de sesenta soldados israelíes.
Aumento de tensiones tras su muerte
Los muertos aumentan por segundos. A esas escalofriantes cifras se suma la de este líder. Pero consecuencias que aún están por descubir. Se habla de un aumento notable de tensión. De hecho, Qatar, que ha estado mediando en las conversaciones destinadas a detener los combates en Gaza, ha condenado el asesinato de Haniyeh como una peligrosa escalada del conflicto. También China y Rusia.
Las autoridades iraníes han respondido al asesinato asegurando que no quedará sin respuesta y han manifestado que "su sangre no será derramada en vano". El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kanani, ha alabado el trabajo y la dedicación de Haniyeh, un "luchador contra el régimen usurpador sionista" que ha buscado la "liberación de la oprimida nación palestina".
"Su martirio fortalecerá el vínculo profundo e inquebrantable entre la República Islámica de Irán y la querida Palestina y la resistencia", ha manifestado, según informaciones recogidas por la agencia iraní de noticias IRNA.
Por su parte, el partido-milicia chií libanés Hezbolá ha afirmado que la muerte del "gran y honesto líder y querido hermano, el profesor Ismail Haniyeh" solo servirá para "fortalecer a la resistencia", que está "decidida a enfrentarse a Israel".
Ismail Haniyeh, autoexiliado
La función de Haniyeh era manejar las comunicaciones de la Franja de Gaza desde Qatar. Desde allí se ha enterado de la muerte de varios de sus familiares. A finales de junio, un bombardeo mató a al menos 10 familiares del líder, incluida su hermana. Dos meses antes, Israel había matado a tres de sus hijos y a cuatro de sus nietos en otro bombardeo.