Entre los escombros, ha aparecido un niño de cinco años. Los servicios de rescate hablan con él. Lo hacen tras 12 horas atrapado en los restos de un coche. Y continúan con su trabajo con la esperanza de encontrar a más supervivientes. En Indonesia continúa la búsqueda por tierra, mar y por aire, aunque no descartan encontrar más víctimas mortales.
Ejército, policía, civiles y hasta niños se suman a la causa. Rastrean entre sus viviendas, o lo que queda de ellas. Y todo se debe a que no sonaron las alarmas de prevención porque no hubo terremoto. Todo apunta a que el tsunami se desencadenó por un corrimiento marino tras el desprendimiento parcial del krakatoa, que aún sigue en activo.
Por ello, hasta el próximo miércoles podría generarse una nueva ola mortal como la que sorprendió en un concierto. El cantante pudo salvar la vida, pero otros tres integrantes del grupo y su mujer aún siguen desaparecidos. Él, desconsolado, pide ayuda: "Por favor, recen para que encontremos a mi mujer pronto".
Gran parte de la población aún sigue con el miedo en el cuerpo. Muchos permanecen fuera de su vivienda, como tantas otras personas, también niños.
Otros con peor suerte siguen recuperándose en hospitales, esperando que la pesadilla termine pronto.