Un total de 70,8 millones de personas en todo el mundo tuvieron que abandonar forzosamente su hogar en 2018, una cifra récord que supera en 2,3 millones a las del año anterior, según el último informe de ACNUR.
Las guerras, los conflictos, las persecuciones y la pobreza son las causas principales de estos desplazamientos. Del todos ellos, 41,3 millones no cruzaron las fronteras de sus países, convirtiéndose así en desplazados internos, mientras que otros 25,9 millones son refugiados, la mitad de ellos niños.
En total, hubo 13,6 millones de nuevos desplazados, entre ellos 2,8 millones que buscaron refugio fuera de sus países tanto como refugiados como solicitantes de asilo, según el informe Tendencias Globales publicado por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), lo cual se traduce en que unas 37.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares al día de media, unas 25,7 cada minuto, una cada dos segundos.
Del total, 41,3 millones no cruzaron las fronteras de sus países, convirtiéndose así en desplazados internos, mientras que otros 25,9 millones son refugiados --incluidos 5,5 millones de refugiados palestinos-- y al término del año había 3,5 millones de solicitantes de asilo. Durante 2018, 2,3 millones de desplazados internos y 600.000 refugiados regresaron a sus hogares. En la actualidad, según ACNUR, una de cada 108 personas en el mundo es un desplazado forzoso, una cifra que contrasta con el ratio de uno de cada 160 de hace una década, cuando había 43,3 millones de desplazados forzosos a nivel mundial.