Tras la caída de Al Asad
Los refugiados sirios, más en peligro que nunca: diez países europeos paralizan las solicitudes de asilo
¿Por qué es importante? Países como Austria, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Suecia o Noruega anuncian que dejan de tramitar solicitudes de asilo procedentes de Siria hasta que se normalice la situación en el país.
Apenas 48 horas después de la caída del régimen de Bashar al Asad, la incertidumbre es la sensación generalizada entre los sirios. Además de las incógnitas sobre el futuro político del país, la situación para los refugiados procedentes de Siria se ha vuelto aún más dramática.
Muchos países que en 2015 abrieron las puertas a los solicitantes de asilo han tardado pocas horas en parar todas las solicitudes procedentes de Siria. El más duro ha sido Austria, cuyo ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, ha anunciado que pone "en espera los procedimientos de asilo y reunificación familiar".
Del mismo modo han actuado otros diez países europeos, entre ellos Alemania, que lideró con Angela Merkel al frente la política de puertas abiertas en la anterior crisis migratoria. Esta forma de proceder atenta contra los derechos de los refugiados, tal y como explica Rosa Montero, portavoz de ACNUR.
"Es importante que todo ciudadano sirio que tenga necesidades de protección internacional debe tener acceso a territorio, debe poder presentar una solicitud de asilo", asegura Montero. Además, recuerda que "no se pueden hacer retornos forzados de refugiados porque todavía las circunstancias de seguridad no permiten el retorno voluntario".
Otros países que en su día se pusieron al servicio de los refugiados sirios, como Reino Unido, Bélgica, Suecia o Noruega, también han cerrado sus puertas ante la presión de la extrema derecha.