"Estoy completamente convencido de que en todas las instalaciones estuvieron los expertos estadounidenses y que se confirmó por escrito que todas las armas químicas habían sido destruidas", ha dicho Ígor Kiríllov, jefe de las Fuerzas de Defensa Radiactiva, Química y Biológica, a medios locales.
Kiríllov ha subrayado que el Gobierno ruso dedicó grandes esfuerzos a la eliminación de esos arsenales y que eso fue corroborado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, OPAQ.
Además de negar su implicación en el envenenamiento del agente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia en territorio británico con un agente nervioso, Rusia asegura haber destruido la última parte de armas químicas el 27 de septiembre de 2017, tres años antes de lo previsto. Durante 15 años Rusia eliminó casi 40.000 toneladas de sustancias químicas en virtud de la correspondiente convención internacional que fue ratificada por la Duma o cámara de diputados en 1997.
Debido al caso Skripal, la Casa Blanca introducirá el lunes nuevas sanciones contra Rusia y ha dado tres meses a Moscú para permitir una inspección de la ONU en territorio ruso y garantizar que no volverá a emplear armamento químico.
En caso de que Rusia no cumpla con estas exigencias, Estados Unidos amenaza con adoptar otra tanda de sanciones mucho más severas y muy dañinas para la economía, tales como la prohibición total de exportaciones e importaciones, la restricción de las relaciones diplomáticas y la prohibición de volar a EEUU a la compañía aérea rusa Aeroflot. Moscú asegura que Londres no ha presentado ni una sola prueba que confirme la implicación rusa en el caso Skripal y recuerda que EEUU aún no ha destruido su arsenal de armas químicas.