Ucrania se está quedando sin electricidad. Rusia ha lanzado 36 misiles de crucero y varios drones en un ataque que ha provocado daños incluso más importantes que los del ataque que tuvo lugar hace diez días. Es la respuesta de Putin al avance ucraniano hacia Jersón. Las primeras imágenes son, como poco, sorprendentes: la de multitud de personas que cenan a la luz de la velas en un restaurante de Kiev.
No por gusto, sino por los cortes de electricidad en toda la ciudad provocados por los ataques dirigidos desde el Kremlin, que está inutilizando con el mayor daño posible su infraestructura para dar energía a su población. Según el operador eléctrico ucraniano, solo los bombardeos rusos de hoy han dejado sin luz a casi un millón y medio de personas. Aunque Rusia ha lanzado 36 misiles de crucero sobre Ucrania, 18 han sido abatidos, alguno derribado por un caza ucraniano sobre Odesa.
Pero los ataques por aire caen por todo el país. Los españoles residentes en Jersón remiten informes sobre cómo está siendo la evacuación de la ciudad tras el avance de las tropas ucranianas. Las autoridades rusas quieren que todos los civiles se vayan ya, que crucen al otro lado del río, como el propio Kremlin les indicó. Mientras, estos cierran filas y se protegen en su terreno ocupado. Allí están construyendo filas de pirámides de hormigón antitanques entre la región de Lugansk y el resto de provincias ilegalmente anexionadas por el Kremlin.
Una suerte de muro que podría medir hasta 2.000 kilómetros: "Lo que pretende es crear una infraestructura que permitiría, en un momento determinado, resistir la embestida de tropas extranjeras", ha explicado a laSexta Fernando Cocho, analista de Inteligencia y Riesgos A la Seguridad Nacional. Lo cierto es que se trata de una táctica obsoleta que se demostró inútil en conflictos como la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Para los expertos, hay que leer entre líneas el sentido de esa construcción. "Eso significa una pérdida de poder y un reconocimiento de que no le están saliendo las cosas como él quería", ha añadido Cocho. Porque implicaría ceder parte de su territorio ocupado sin defensa contra las tropas ucranianas. De momento, se llama 'línea Wagner'. Por el grupo de mercenarios rusos que la está construyendo. Lo que no es seguro es cuánto durará.