Las autoridades rusas han incrementado la seguridad en Moscú para intentar frenar la ola de protestas contra Vladimir Putin que se están produciendo debido a la invasión sobre Ucrania. Alekséi Navalni, principal opositor al régimen de Putin, pidió a los ciudadanos que saliesen a las calles, un llamamiento que ha tenido una clara respuesta.
En las últimas horas, han tenido lugar al menos 1.000 detenciones, que se suman a las más de 7.500 que se han dado desde el comienzo de la invasión. Los gritos del 'No a la guerra' se han seguido escuchando pese a los avisos de las autoridades.
En ciudades como Ekaterimburgo, las fuerzas de seguridad se han empleado con dureza para tratar de disolver las concentraciones y perseguir a los manifestantes por las calles de Omsk. Miles de personas se han congregado de forma pacífica entonando una famosa canción infantil, considerada prácticamente un himno de la época soviética, a favor de la paz.
Frente a estos mensajes pacifistas, grupos ultras responden apoyando al Ejército ruso y a Putin para combatir, dicen, contra el "nazismo" en Ucrania, reflejando la división dentro de la sociedad rusa.
Los rusos que se oponen a la invasión
En el vídeo conocemos la historia de Yelena Osipova, de 77 años, que encarna la resistencia pacífica contra Putin. Superviviente del cerco a Leningrado durante la II Guerra Mundial, sale a la calle para rebatir con palabras el eco de las bombas que destruyen Ucrania.
Una parte de pueblo ruso que rechaza la invasión de su país sobre Ucrania, con detenciones que se extienden a más de 120 ciudades del país. La Duma, el parlamento ruso, ha aprobado penas de hasta 15 años de cárcel por publicar informaciones que se consideren falsas, cinco años por desprestigiar al ejército y tres por fomentar las sanciones extranjeras.
Putin se afana para contener cualquier intento de protesta y amenaza con enviar al frente precisamente a quienes salen a la calle para pedir la paz.