El ministro del Interior en funciones de Italia,Matteo Salvini, ha firmado este miércoles una orden para prohibir la entrada en aguas territoriales italianas del 'Mare Jonio', un barco de la ONG italiana Mediterranea Saving Humans que navega con un centenar demigrantes y refugiados a bordo.
Salvini ha mantenido así la línea fijada en este último año, durante el cual ha promovido un endurecimiento de las sanciones contra las ONG que rescatan a migrantes en el Mediterráneo. Las organizaciones se arriesgan a una multa de hasta un millón de euros y a la inmovilización del barco si entran sin permiso en aguas italianas.
La de este miércoles, sin embargo, podría ser una de las últimas acciones de Salvini en materia de política migratoria, ya que el acercamiento entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el Partido Democrático (PD) aleja a la Liga del poder y, por extensión, también a su principal líder.
Según ha explicado la ONG, el rescate se ha producido hacia las 8.35 horas después de que el barco localizara la embarcación en problemas con su radar. "Estaba sobrecargada, a la deriva y una parte ya se había desinflado", ha explicado. "Por suerte, hemos llegado a tiempo para rescatarles".
Entre el centenar de migrantes y refugiados rescatados, ha precisado la ONG italiana, hay 26 mujeres, al menos ocho de ellas embarazadas, y 28 menores, entre ellos al menos 22 de menos de diez años.
"Todas estas personas están a salvo a bordo con nosotros", ha destacado, si bien ha indicado que hay "casos de hipotermia y algunos presentan signos obvios de maltrato y tortura sufridos en Libia". "Todos escaparon del infierno", ha subrayado.
El 'Mare Jonio' regresó el jueves pasado a la zona de búsqueda y rescate en el Mediterráneo tras haber permanecido durante dos meses bloqueado en el puerto italiano de Licata por orden de las autoridades tras el rescate de 30 personas el pasado mes de mayo.
El nuevo rescate se suma al realizado el lunes por el 'Eleonore', el barco de la ONG alemana Mission Lifeline, de más de un centenar de migrantes. Las autoridades italianas ya han vetado su llegada a un puerto del país.