El Senado de Argentina ha aprobado por unanimidad la autorización solicitada por el juez federal Claudio Bonadio para registrar los domicilios de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Fernández tiene abiertas varias causas judiciales contra ella. La propia expresidenta informó a sus compañeros senadores de que era partidaria de que se autorizaran los registros, con el objetivo de terminar con el "show" que, en su opinión, se habría montado en torno a un caso de presuntos sobornos.
"No tengo ningún inconveniente en que el cuerpo autorice lo solicitado por Bonadio", afirmó Fernández en una carta pública dirigida a los senadores.
Fernández, no obstante, impuso varios condicionantes a los registros, de tal forma que, por ejemplo, no haya cámaras durante estas operaciones para evitar así la difusión posterior de imágenes "con clara intención de humillación y hostigamiento". También quiere que estén presentes tanto sus abogados como algún senador.
La expresidenta instó, además, a que "Bonadio no rompa nada" y lleve todos los instrumentos que sean necesarios para escanear paredes y techos, para evitar su rotura, habida cuenta de la "espectacularidad mediática" que habría marcado los registros anteriores, en palabras de Fernández.
La lista de peticiones incluye también un llamamiento para que se resguarden los objetos de uso personal y de aquellos que conformen el ajuar de las casas.