La población de Shanghái está en la desesperación más absoluta: llevan dos semanas de confinamiento estricto por COVID-19 y algunos habitantes denuncian que se han quedado sin comida.
Como señal de desahogo, los habitantes de la ciudad gritan por las noches a través de sus balcones. Unos nervios que se llevan peor aún en los hospitales de campaña, donde miles de contagiados siguen encerrados en espacios minúsculos.
No se vive mejor en los centros de cuarentena para asintomáticos: en algunos, aún a medio construir, ya duermen enfermos y muchos de ellos sobre colchonetas en el suelo.
En las calles, casi desiertas, la situación no mejora y se repiten las escenas de sanitarios y civiles enfrascados en peleas y cuerpos de seguridad utilizando varas de metal para mantener a distancia a los posibles asintomáticos que se hayan saltado el confinamiento.
Más Noticias
- Guerra Israel - Hamás, en directo | Al menos 72 palestinos mueren en un nuevo ataque israelí en el norte de Gaza
- Guerra Ucrania - Rusia | Al menos dos fallecidos en el ataque masivo ruso producido esta noche contra Ucrania
- Biden autoriza a Ucrania a utilizar armamento estadounidense de largo alcance contra Rusia
- Ucrania llega a los 1.000 días de guerra con más 11.000 civiles muertos y con una paz que sigue sin llegar
- Israel mata al portavoz de Hizbulá en un ataque contra la sede del partido político Baaz en Beirut
Pese a las cifras récord de contagios en la ciudad, más de 25.000 en las últimas horas, han decidido rebajar las restricciones: los barrios que pasen al menos dos semanas sin detectar un solo positivo podrán recuperar algo de libertad.