Rusia ha atacado la madrugada de este martes por segundo día consecutivo varias regiones ucranianas, provocando al menos dos muertos en la ciudad de Krivói Rog -la localidad natal del presidente Volodimir Zelenski- de Ucrania central y dos fallecidos en Zaporiyia (sureste), según han informado las autoridades regionales.

Asimismo, el ministro de Energía de Ucrania, Herman Halushchenko, ha advertido este martes de que el país afrontará "el invierno más duro de la historia" por los apagones y problemas en el suministro que se prevén en los meses de más frío. Y cabe recordar que los ataques lanzados por Rusia tienen sobre todo como objetivo infraestructuras eléctricas y gasísticas.

Medios locales han informado de explosiones en Kyiv y otras regiones del país. En el caso de la capital, algunas de las explosiones han podido escucharse desde el centro de la ciudad. Según la Fuerza Aérea ucraniana, que informa del ataque en tiempo real, Rusia ha perpetrado este nuevo ataque con drones kamikaze iraníes Shahed y con misiles de distintos tipos.

Las defensas aéreas ucranianas destruyeron en las primeras horas del martes cinco misiles y 60 drones de los más de 90 artefactos de estos dos tipos lanzados esta madrugada por Rusia contra territorio de Ucrania, según la parte publicada por la Fuerza Aérea ucraniana.

Entre los misiles lanzados por Rusia hay tres misiles hipersónicos Kinzhal que no han podido ser interceptados, según la parte de la Fuerza Aérea de Ucrania. Cerca de Kyiv fueron destruidos 15 drones y varios misiles, según ha informado el jefe de la Administración Militar de la capital ucraniana, Serguí Popko.

El "mayor ataque aéreo"

"Todo lo que volaba hacia la capital fue destruida", ha escrito Popko en sus redes sociales. Medios ucranianos habían informado de explosiones en varios óblasts del país. Por el momento no se conocen los objetivos de este nuevo ataque ruso, el segundo en dos días después de que Ucrania fuera atacada el lunes con más de 200 drones y misiles que destruyeron numerosas infraestructuras. En total, las fuerzas rusas lanzaron el lunes 127 misiles y 109 drones, la mayor parte de los cuales fueron interceptados por las defensas aéreas ucranianas.

Un ataque que fue tildado por el jefe de la fuerza aérea ucraniana del "mayor ataque aéreo" sobre Ucrania desde que empezó la guerra. Algunos misiles y drones que no pudieron ser derribados alcanzaron infraestructuras eléctricas y gasísticas en diversas regiones del país, obligando a las autoridades ucranianas a volver a introducir apagones de luz de emergencia.

Este ataque que tuvo como objetivo principal el sistema energético ucraniano se cobró, además, la vida de al menos cuatro civiles en otras tantas regiones de Ucrania.