Tras la caída de Al Assad

Siria vive una calma tensa a la espera de resolver su futuro incierto: "Podría haber una moderación de los rebeldes"

El contexto Tras una semana desde la caída de la dictadura, Siria vive un impasse en el que todavía nadie ha asumido el poder y ni siquiera se puede intuir en qué tipo de Estado se convertirá.

Sirios celebran la caída de Al Assad

La caída del régimen Al Assad ha creado expectativas e ilusiones entre la población siria, a la par que mucha incertidumbre sobre el futuro del país. La diversidad entre los grupos rebeldes que derrocaron al dictador hace difícil imaginarse quién asumirá el poder y los siguientes pasos que se darán.

Mientras en Jordania se celebra una reunión internacional para abordar el futuro del país, algunos consideran que esa colaboración externa puede llevar a un "futuro inclusivo". "Se habla de un futuro inclusivo, también se hablaba de ese futuro inclusivo en Iraq, que luego no se produjo. Cabe pensar que el apoyo de Turquía, Catar, podría dar lugar a una moderación de los sectores que han tomado el poder en Siria pero todo eso está en un veremos", afirma José Abu-Tarbush, profesor de Sociología y Relaciones Internacionales en ULL.

Actualmente, el hombre fuerte y favorito para tomar el poder es Abu Mohamed Al Golani, líder de los rebeldes, un grupo heterogéneo al que solo unía el deseo de acabar con el régimen de Al Assad.

A partir de su ruptura con Al Qaeda, Al Golani fue transformando su imagen de fundamentalista. "Hubo una escisión, una ruptura con Al Qaeda. Lo que vimos en Idlib fue la formación de un gobierno de salvación siria y que a pesar, de ese pasado vinculado con Al Qaeda eso se rompió y la gente cuenta que hubo una moderación", comenta la profesora Leila Nachawat.

El líder rebelde plantea una moderación frente a su pasado más radical, aunque nadie sabe lo que quiere decir con una "sharia moderada". Aunque no sería la primera vez que un dirigente con un pasado oscuro pueda ser rehabilitado, la única certeza es que los horrores de Al Assad se han dejado atrás. Ahora cabe esperar que Siria no se convierta en la nueva Libia.