Con el propósito de garantizar la seguridad y la salud de los ciudadanos, el Gobierno local de la ciudad china de Huangshi ha implantando una nueva política: permitir a sus residentes un perro único por familia a partir de 2019.
Además, en la nueva normativa queda reflejada la prohibición de perros que se consideran peligrosos en el país como los Bulldogs, o los perros grandes, aquellos que superen los 45 centímetros de largo. Esta medida llega después de que en la localidad se hayan registrado numerosos ataques caninos a personas,
Sin embargo, en mitad de una campaña que se está llevando a cabo en el gigante asiático contra el comportamiento irresponsable de algunos dueños, Huangshi no es la única ciudad en tomar medidas. Chengdu y Hangzhou han optado por políticas no tan agresivas y reducen la posesión de perros a una lista bastante reducida de razas permitidas.
En Pekin esta norma se instauró en 2006, cuando se hizo evidente que la rabia era la causa de la mayoría de las muertes en ese año, y en Shangai en 2011. Qingdao y Chengdu también introdujeron regulaciones similares para reducir el número de incidentes en los que las personas habían sido alteradas o heridas por los canes.
Cada vez son más ciudades chinas que crean reglas restrictivas para la cría y educación de mascotas, la política de un único perro es sólo un recordatorio de la postura que los gobiernos locales del país están adoptando para combatir lo que ven como un problema creciente con los perros mal educados.