Marchan pidiendo Justicia, aunque sea 47 años después. Pero no la van a obtener, porque solo uno de los 17 militares implicados en la masacre del 'Domingo Sangriento' será juzgado por matar a dos personas y por el intento de asesinato de otras cuatro.
Quedarán sin procesar los responsables de las otras 12 muertes. La decisión no contenta a familiares y supervivientes. Sienten que los responsables siguen sin pagar por unos crímenes cometidos a sangre fría.
"Es un disgusto terrible", afirma John Kelly, familiar de una víctima del 'Domingo Sangriento'. Seguirá abierta la herida creada a base de tiros el 30 de enero de 1972, cuando 14 manifestantes católicos desarmados eran acribillados por soldados del ejército británico.
Protestaban de forma pacífica por la detención de varios nacionalistas norirlandeses. Otras 14 personas resultaron heridas, agravando el conflicto en Irlanda del Norte.
Aún no hay fecha para el inicio del histórico juicio contra el soldado F, pero el ministerio de Defensa de Reino Unido ya ha anunciado que le dará apoyo legal total y reformará la normativa para proteger a los militares.
Es hasta ahora el último episodio de uno de los días más negros en Irlanda del Norte.