Keir Starmer ha lanzado un mensaje poco optimista de cara a la presentación de los próximos presupuestos por parte de su Gobierno, avanzando que el panorama "empeorará antes de empezar a mejorar". Desde el Jardín de las Rosas del número 10 de Downing Street, el primer ministro británico ha llegado a hablar de medidas "dolorosas", sin detallar el contenido de esos presupuestos.
Hasta el momento, solo se ha limitado a decir que los laboristas han heredado un "enorme agujero negro" por parte de los conservadores, al igual que un "agujero en la sociedad". Es por eso, ha añadido Starmer, que han optado por adoptar medidas "para hacer las cosas de manera diferente".
"Cuando el corazón de la estructura sufre una profunda podredumbre, no basta con taparla un poco. No puedes hacer una chapuza o tirar hacia adelante con arreglos fáciles. Debes reformarlo todo y centrarte en la raíz del problema, aunque eso suponga más tiempo y esfuerzo", ha compartido Starmer ante un grupo de votantes y voluntarios laboristas.
Para Starmer, serán aquellos que tengan "los hombros más anchos" los que deberán "soportar la carga más pesada", ante un panorama que es incluso "peor de lo que imaginaban" al llegar a Downing Street, ya que el anterior gobierno "no había sido honesto" con la situación del país.
Su ministra de Hacienda, Rachel Reeves, ha seguido la línea de Starmer, dejando caer que algunos impuestos se verán incrementados, como podría ser el impuesto sobre las herencias o el de las ganancias del capital. El nuevo Gobierno británico ya ha anunciado medidas como la eliminación de un límite previsto para los pagos de asistencia social y la retirada del subsidio de combustible de invierno a 10 millones de pensionistas.