El nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, ha cancelado un contrato por valor de 40 millones de libras (47 millones de euros) de dos helicópteros privados que usó el anterior primer ministro, Rishi Sunak, durante su mandato. Estos helicópteros le llevaron a tener infinidad de críticas, ya que los utilizó con más frecuencias que los tres anteriores primeros ministros del Reino Unido.

Según informa la BBC, una fuente del Partido Laborista considera estos contratos "groseramente derrochadores", viéndolo como un signo de estar "fuera de contacto con los problemas que enfrenta el resto del país" y viendo "justo que se ponga fin al servicio".

Los laboristas aseguran que los conservadores dejaron "un agujero negro" de 22.000 millones de libras con su gestión de las arcas públicas. Esta decisión llega en la semana previa a que el primer ministro dé un discurso en el parlamento británico en el que defenderá que ahora las cosas "no serán como siempre".

Mientras Sunak predicaba austeridad, recortes —e, irónicamente, transporte público— usaba constantemente estos helicópteros de lujo. Solo un par de veces, y delante de los medios de comunicación, le vimos coger el tren. Sus viajes a su distrito electoral en dos meses costaron unos 19.000 euros. Hubieran costado diez veces menos en tren, aunque hubiera ido y venido todos los fines de semana.