Sudáfrica ha acusado este jueves a Israel de mantener un "patrón de conducta genocida" en la Franja de Gaza con "asesinatos en masa", "desplazamientos forzados" y "daño físico o mental grave" de los civiles palestinos, una acusación pronunciada durante una audiencia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, que es el máximo tribunal de Naciones Unidas. La acusación ha recibido elogios de la ONU y de otros países que se han sumado, pero ha sido criticada por Estados Unidos. Mientras, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha rechazado la acusación, aseverando que Israel lucha "contra el terrorismo y contra las mentiras".
Los palestinos están en "riesgo inmediato de morir por hambre, deshidratación y enfermedades por el cerco, la destrucción de ciudades palestinas, el acceso insuficiente de ayuda permitida a la población palestina y la imposibilidad de distribuir esa ayuda limitada mientras caen las bombas", ha advertido la letrada sudafricana Adila Hassim. Además, ha asegurado que Israel "ha matado a un número incomparable y sin precedentes de civiles con pleno conocimiento de cuántas vidas civiles se cobrará cada bomba", y ha exigido a la CIJ imponer medidas cautelares urgentes a Tel Aviv para proteger a los palestinos de Gaza.
Hassim enumeró como crímenes que representan un "acto genocida" los "asesinatos en masa", el "desplazamiento forzado" de la población de Gaza, y el "daño físico y mental grave" provocado por la ofensiva militar, además de lo que definió como "el ataque militar israelí al sistema de atención sanitaria de Gaza, que hace que la vida sea insostenible". "Los palestinos en Gaza son sometidos a constantes bombardeos allá donde van: en sus casas, en lugares donde buscan refugio, hospitales, colegios, mezquitas, iglesias, y mientras tratan de encontrar comida y agua para sus familias. Han sido asesinados si no logran evacuar, y en los lugares a los que huyen. E incluso cuando tratan de huir a través de las supuestas rutas seguras declaradas por Israel”, describió la abogada en su presentación.
Elogios de la ONU
Los expertos de Naciones Unidas recibieron con satisfacción el inicio en la jornada de este jueves de las audiencias ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) sobre el caso que acusa a Israel de genocidio contra el pueblo palestino presentado por Sudáfrica, a quien encomiaron por su liderazgo en esta causa. "Elogiamos a Sudáfrica por llevar este caso ante la CIJ en un momento en que los derechos de los palestinos de Gaza están siendo violados con impunidad", aseguraron los expertos en un comunicado, entre ellos la relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Palestina, Francesca Albanese.
Asimismo, han recordado que cualquier decisión que adopte el tribunal sobre medidas provisionales debe ser "respetada y aplicada por las partes en litigio", tal y como exige el Estatuto de la CIJ. También acogieron con satisfacción las declaraciones de apoyo de varios países a la acción de Sudáfrica de presentar el caso ante la Corte, como es el caso de Colombia, Bolivia, Venezuela o Brasil. "El caso de Sudáfrica tiene implicaciones más amplias para todos los Estados (...), ya que todos están obligados tanto a abstenerse de cometer genocidio como a prevenirlo y castigarlo dondequiera que ocurra", afirmaron los expertos.
EEUU apoya a Israel
Mientras, el Gobierno de Estados Unidos piensa todo lo contrario, ya que ha calificado de "infundada" la acusación que presentó Sudáfrica. En un comunicado, el Departamento de Estado de EEUU ha respaldado el argumento que ha hecho el Gobierno israelí sobre el derecho que tiene a defenderse de los "actos terroristas" de Hamás y ha considerado que ese tipo de acusaciones de genocidio deben hacerse con cuidado. "El genocidio es uno de los actos más atroces que puede cometer cualquier entidad o individuo, y tales acusaciones solo deberían realizarse con el mayor de los cuidados. Israel tiene el derecho de defenderse contra los actos terroristas de Hamás", ha rezado el comunicado.
EEUU ha apoyado la tesis de Israel, mientras que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha asegurado que el caso presentado este jueves por Sudáfrica es toda una "demostración histórica de hipocresía". Mientras el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, ha lamentado este jueves que "muchos en el mundo" intentan "ignorar" los "crímenes contra la humanidad" perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en territorio israelí a comienzos de octubre. "En estos días es importante mencionar que estamos librando una guerra justa como ninguna otra. Una guerra que el enemigo decidió iniciar, a sabiendas, ya que cometió crímenes contra la humanidad y actos crueles que no se habían visto en el mundo occidental durante décadas", ha señalado Hagari.
Apoyo de países árabes
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Irak ha confirmado este jueves su "apoyo y respaldo" a la demanda. En un comunicado, ha mostrado su "aprecio a la postura de Sudáfrica, que rechaza los actos de la autoridad de ocupación (Israel) de matanza y destrucción sin precedentes contra la Franja de Gaza y el pueblo palestino". Irak, junto a Jordania, es uno de los pocos países árabes de Oriente Medio que ha dado apoyo público a este procedimiento iniciado por Sudáfrica, en un momento que varias naciones de Oriente Medio han manifestado su preocupación por la expansión de la guerra de Gaza.
Al contrario que la gran mayoría de países árabes y de la comunidad internacional, Irak no apoya la solución de los dos Estados porque no reconoce a Israel como país. No obstante, la Liga Árabe ha anunciado el miércoles el apoyo a la demanda por "genocidio" contra Israel y deseó la emisión de "una sentencia justa que frene esta guerra hostil y ponga fin al derramamiento de la sangre palestino", en palabras del secretario general de la organización, Ahmed Abulgueit.
Posición de UE y España
Un grupo de 43 eurodiputados socialistas, liberales, verdes y de izquierda han transmitido en una carta su apoyo a la demanda de Sudáfrica contra Israel por "genocidio" en el proceso de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). La iniciativa parte del parlamentario de Anticapitalistas, Miguel Urban, quien ha cosechado el apoyo de eurodiputados de varios grupos entre ellos, seis socialistas y tres liberales. Entre las firmas están las de los españoles, Idoia Villanueva (Podemos), Manu Pineda (IU), Maria Eugenia Rodríguez Palop (Podemos), Ana Miranda (BNG), Izaskun Bilbao (PNV), Diana Riba (ERC) y Javier Nart.
La misiva respalda la demanda por "genocidio" presentada por Sudáfrica contra Israel en el marco de la ofensiva en la Franja y pide al CIJ que aplique las medidas provisionales propuestas para "proteger contra un daño mayor, grave e irreparable a los derechos del pueblo palestino bajo la Convención sobre el Genocidio".
Igualmente insiste en que se "garantice el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones en virtud de la Convención sobre el Genocidio de no cometer genocidio y de prevenir y castigar el genocidio". Durante la primera vista, el representante sudafricano ha denunciado que los actos "genocidas" de Israel "son sistemáticos en aplicación y forma" en la ofensiva militar lanzada contra la Franja de Gaza.
Este jueves ha arrancado en La Haya el proceso por el cual Sudáfrica ha llevado a Israel a los tribunales internacionales tras sostener que "Israel ha participado, está participando y corre el riesgo de seguir cometiendo actos genocidas contra el pueblo palestino en Gaza", insistiendo en que estas acciones son llevadas a cabo "con la intención específica" de "destruir a los palestinos como parte de un grupo nacional, racial y étnico".
En España, solo Sumar ha pedido este jueves a la Corte Internacional que adopte las medidas cautelares que le ha pedido Sudáfrica y ha sugerido una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para aplicarlas. Según explicaron fuentes de Sumar, las medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica son, en primer lugar, "ordenar a Israel dejar de matar y causar graves daños psíquicos y físicos a la población palestina de Gaza"; en segundo, "dejar de imponerles deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física como grupo"; y, en tercero, "permitir el acceso a la ayuda humanitaria".