El 'supertifón' Nanmadol tocó tierra en Japónel domingo 18 de septiembre por la mañana en Kagoshima, Kyushu, la isla más al sur de la nación, dejando destrucción e incertidumbre a su paso. Esta megatormenta, que es de los tifones más feroces que ha habido en la historia de Japón, seguirá azotando al país compuesto por islas hasta tocar mar nuevamente el miércoles, cuando continúe su trayectoria. El primer ministro, Fumio Kishida, tenía previsto comparecer ante la asamblea general de la ONU en Nueva York, pero ha tenido que retrasar su viaje hasta el martes para monitorear la tormenta.
El poderoso tifón ya ha tenido como consecuencia dos muertes y ha dejado casi 90 heridos. Ambas muertes han sido varones, según ha reportado la prensa nipona: el primero falleció cuando su coche se vio sumergido por la inundación y el segundo quedó enterrado en un desprendimiento de tierra. Además, más de 350.000 viviendas se han quedado sin electricidad.
El tifón Nanmadol provocó ráfagas de hasta 234 kilómetros por hora, y en algunas zonas incluso se han pronosticado precipitaciones de hasta 400 mm. de lluvia en 24 horas. La predicción es que la tormenta gire hacia el este e impacte contra Honshu, la isla principal de Japón, que alberga a la capital. Sin embargo, una vez allí se prevé que siga su recorrido hacia el este hasta que el país salga de su trayectoria y continúe su recorrido en el mar. Tokio en estos momentos experimenta fuertes lluvias hasta el punto en que la línea de metro ‘Tozai’ ha tenido que cerrar por encontrarse inundada.
La peligrosa tormenta ya ha sido catalogada con un nivel 5 de advertencia —el nivel más alto en la escala de advertencias de Japón— en las áreas de Kagoshima, Miyazaki, Oita, Kumamoto y Yamaguchi, alertando así a 500.000 personas. A esto se le suma la alerta de categoría 4 en Kyushu, Shikoku y Chugoku, dando como resultado nueve millones de personas a las que se les ha ordenado evacuar.
Este 'supertifón' ha sido bautizado con este nivel por el Centro Conjunto de Alerta de Tifones de Estados Unidos (JTWC, por sus siglas en inglés). Para llegar a esta categoría las tormentas deben tener vientos sostenidos de alrededor de 240 kilómetros por hora o más, lo cual la convierte en equivalente a un huracán de categoría cuatro o cinco.
Huracán, tifón, ciclón… ¿qué los diferencia? En realidad, es solo una cuestión de donde se produce el fenómeno meteorológico. Según la Cruz Roja Americana, las tres tormentas son ciclones, un ciclón sucede cuando un conjunto de nubes y tormentas se unen y comienzan a mezclarse y rotar hasta formar un ‘ojo’ visible, que es un orificio en el centro de la megatormenta y el punto más fuerte de la misma. Sin embargo, se le llamará huracán "si está sobre el Atlántico Norte, el Pacífico Norte central o el Pacífico Norte oriental (Florida, Islas del Caribe, Texas, Hawai, etc.)" y, por el contrario, llevará el nombre de tifón si "se cierne sobre el noroeste del océano Pacífico (normalmente el este de Asia)". v se le llamaría simplemente 'ciclón tropical'.
Esta ha sido una temporada de ciclones bastante agitada para Asia; Nanmadol es el decimocuarto tifón de Japón este año. Sin embargo, ya se esperaba una temporada así: los científicos predijeron esta situación, debido a un fenómeno conocido como La Niña, una fase de lo que se conoce como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). El Niño es la fase cálida, que arrastra el viento habitualmente de este a oeste en el océano Pacífico desde regiones subtropicales de alta presión hasta zonas ecuatoriales de baja presión, por lo que arrastra aguas cálidas desde la zona ecuatorial de la costa de Sudamérica hacia Asia.
Como hay una mayor presencia de aguas cálidas, esto hace que surjan a la superficie las aguas más frías, y es así como comienza a formarse el fenómeno contrario que es La Niña. Según ‘BBC’ el problema es que actualmente hemos transitado tres Niñas consecutivas, por lo que el agua se mantiene fría si no hay su contrario. Esto produce que en Japón haya más tifones, pero que por el contrario en otras zonas del mundo haya sequía.