Como era de esperar, las promesas de los talibanes de respetar los derechos de la mujer solo formaban parte de un discurso de blanqueamiento que no ha tardado en venirse abajo.
Varias mujeres han denunciado que no han podido acudir a su puesto de trabajo tras ser interceptadas por los soldados que controlan las calles.
Es el caso de la periodista afgana Shabnam Khan Dawran, que ha hecho una llamada de auxilio después de que los insurgentes le prohibieran ir a trabajar. "Me fui a la oficina, pero los soldados del sistema actual no me dieron permiso para empezar mi trabajo. Me dijeron 'el régimen ha cambiado, vete a casa'. Le pide al mundo que me ayude porque mi vida está en peligro", ha denunciado en un vídeo.
Una situación similar han enfrentado en la ciudad de Kandahar, donde varias trabajadoras de entidades bancarias no han podido ir a trabajar y a las estudiantes se les ha prohibido el acceso a la universidad.
Por su parte, Clarissa Ward, corresponsal de la CNN en el país asiático, y su equipo de grabación se han visto acosados por los talibanes mientras grababan un reportaje de la zona para la cadena en la que trabaja.
Desde la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán(RAWA) advirtieron de que las mujeres serían una de las grandes afectadas por la vuelta de los talibanes, que durante los años 90 impusieron obligaciones y restricciones como las siguientes:
- Prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul
- Prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que estén acompañadas de su 'mahram' (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido)
- Prohibición de cerrar tratos con comerciantes masculinos
- Prohibición de ser tratadas por doctores masculinos
- Prohibición de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos)
- Las mujeres deben de llevar burka, que las cubre de la cabeza a los pies incluyendo los ojos
- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su 'mahram'
- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos
- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio
- Prohibición del uso de maquillaje
- Prohibición de hablar o estrechar las manos a varones que no sean su 'mahram'
- Prohibición de reír en voz alta
- Prohibición de llevar zapatos de tacón, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer)
- Prohibición de montar en taxi sin su 'mahram'
- Prohibición de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo
- Prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo
- Prohibición de montar en bicicleta o motocicletas, aunque sea con sus 'mahram'
- Prohibición de llevar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibán, se trata de "colores sexualmente atractivos"
- Prohibición de reunirse con motivo de festividades o con propósitos recreativos
- Prohibición de lavar ropa en los ríos o plazas públicas
- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra "mujer"
- Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus pisos o casas
- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares
- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina
- Prohibición del acceso de las mujeres a los baños públicos
- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen ahora en "sólo hombres" o "sólo mujeres"
- Prohibición de pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka
- Prohibición de fotografiar a mujeres
- Prohibición de la existencia de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas