Venezuela vive horas de máxima tensión y una situación totalmente anómala con dos presidentes proclamados. En una nueva jornada de movilizaciones contra Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamaba presidente interino.
Se apoyaba en el artículo 233 de la Constitución Nacional que, según la oposición venezolana, permite al presidente del poder legislativo hacerse con las riendas del país. El objetivo de Guaidó, dice, es lograr la formación de "un Gobierno de transición y elecciones libres".
Maduro no tardó en responder. El líder chavista pide a la Justicia actuar y se reivindica como único presidente de Venezuela: "Solo el pueblo pone, solo el pueblo quita", ha dicho.
Cuando Nicolás Maduro pronunciaba estas palabras las calles de Venezuela ya eran un polvorín con partidarios de uno y otros manifestándose, y el Ejército actuando. Se han visto cargas policiales, uso de gases y tanquetas en las calles. De momento, Maduro parece contar con el respaldo del Ejército.
El ministro de Defensa de Venezuela ha dicho que los militares no aceptarán "a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses".
Hay 26 muertos, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS). Unas manifestaciones contra Maduro y en apoyo a Guaidó que también se han reproducido en algunos puntos de España sin incidentes.