Al menos seis civiles, entre ellos tres niños, han muerto en un ataque perpetrado por las fuerzas sirias en la provincia de Idlib, último bastión opositor en Siria, el mismo día en el que Bachar al Asad tomó posesión de su cargo como presidente por cuarta vez. La terrible masacre ha sido captada por la cámara corporal de una de las víctimas, unas imágenes sobrecogedoras que puedes ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, y que ponen en entredicho la tregua pactada en 2020.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha afirmado que seis personas, entre ellas tres niños y una mujer, han fallecido y otras siete resultaron heridas por "un doble ataque de misiles guiados de fabricación rusa" perpetrado por el Gobierno sirio y sus milicias aliadas contra el pueblo de Sarya, a las afueras de Idlib.
La ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, ha indicado que uno de los ataques "fue lanzado mientras los equipos de rescate se dirigían al lugar". Asimismo, ha apuntado que el número de víctimas podría aumentar, ya que aún hay gente atrapada bajo los escombros a quienes los equipos de rescate trabajan para salvar.
Por otra parte, la Defensa Civil Siria, conocidos como los 'cascos blancos', ha señalado en su cuenta oficial de Twitter que el ataque fue dirigido "directamente" contra uno de sus equipos y que al menos uno de los miembros de las unidades de rescate ha muerto.
Precisamente, el presidente Bachar al Asad ha tomado posesión de su cargo este sábado, iniciando así su cuarta legislatura consecutiva de siete años tras arrasar en las polémicas elecciones del 26 de mayo. Durante el discurso, Al Asad ha afirmado que en esta nueva legislatura se centrará en mantener las áreas del noreste como parte de Siria y a "trabajar por la provincia noroccidental de Idlib".
En las últimas semanas, coincidiendo con la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU para renovar la ayuda humanitaria a Idlib, se ha producido un aumento de los ataques gubernamentales en la provincia, dominada principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, en el que se incluye la exfilial siria de la red Al Qaeda.
En marzo de 2020, Ankara y Moscú, que apoya militarmente a las tropas de Al Asad, pactaron con considerable éxito un cese de hostilidades en Idlib, crearon en esta provincia una franja de seguridad y comenzaron a patrullarla conjuntamente.