Líbano vive una semana de terror máximo por los ataques israelíes, que se han intensificado este viernes y sábado. Hasta el momento, no se sabe la cifra exacta de los civiles que han muerto en los últimos ataques a los suburbios del sur de Beirut, donde ha sido eliminado el líder de Hizbulá, Hassan Nasrallah, y otros miembros del partido-milicia chií. En total, más de un millar de personas murieron en el Líbano desde que Israel intensificó a comienzos de la semana pasada sus ataques.

Para los libaneses fue una noche de terror máximo, tal como lo narra Celine, una residente de Beirut que vivió de primera mano los bombardeos del viernes por la noche: "Los sonidos se sucedían uno tras otro. Por supuesto, nos entró miedo. La gente empezó a correr fuera de la iglesia y estábamos aterrados".

Los ataques, las explosiones y el miedo han vuelto a repetirse la madrugada del sábado. Tras una escena de bombardeos, muchas familias han preferido pasar la noche al ras, en la playa o en la Plaza de los Mártires, antes de arriesgarse a que su edificio se les caiga encima. Dalal Daher, otra residente de la capital, cuenta cómo tuvo que escaparse de su casa a una zona más segura. "Estamos aquí porque en nuestras zonas hay ataques y bombardeos y los ataques de ayer fueron increíbles", ha señalado.

156 mujeres y 87 menores, entre los muertos

El miedo es real ya que en menos de 10 días Israel ha matado a mil personas y ha causado más de 6.000 heridos, según ha anunciado este sábado el Gobierno libanés. "Desde el 16 de septiembre hasta el 27 de septiembre, murieron 1.030 personas, entre ellas 156 mujeres y 87 menores. Además, 6.352 personas resultaron heridas", ha señalado en rueda de prensa el ministro de Salud Pública del Líbano.

Sin embargo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha intentado esconder esta realidad, asegurando ante el Consejo de Seguridad de la ONU que no estaban en guerra con los civiles del Líbano. "No estamos en guerra con vosotros. Estamos en guerra con Hizbulá", ha sostenido, mientras dirigía desde la propia sede de la organización en Nueva York los ataques contra el país árabe.

Daniel Hagari, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), ha asegurado que "en poco tiempo, atacarán las armas almacenadas bajo los edificios". En estos edificios, donde Israel dice que Hizbulá guarda sus armas, viven civiles. De nuevo, como en Gaza, les piden que abandonen sus casas. "Hizbulá explota y pone en peligro a los civiles libaneses, usándolos como un escudo humano para sus armas", ha avisado Hagari, empleando su argumento estrella para atacar zonas con civiles.

Desde Líbano, el mensaje es otro. Un joven de Beirut asegura que "este ataque confirma una cosa": "Hoy todos los libaneses son el objetivo. El enemigo israelí no está diferenciando entre personal militar y un civil".