En 1905 Londres fue escenario del nacimiento de una sociedad curiosa, única: en el restaurante Pinoli's de la capital inglesa se juntaron 23 magos aficionados (todos varones) en un encuentro que fue el germen de la creación de The Magic Circle, una organización que tiene el único fin de promocionar el arte de la magia. Aquel primer encuentro estaba presidido por el ilusionista belga Servais Le Roy, inventor del truco de la levitación 'Asrah, la princesa flotante', y acabó con la primera gran decisión del club: el nombre.
Se barajó la posibilidad de que se llamara Martin Chapender Club, en honor a uno de los fundadores de la sociedad, por aquel entonces recientemente fallecido cuando contaba sólo con 25 años. Pero al final optaron por llamarlo The Magic Circle que por un lado recogía claramente la intención de la sociedad y, por otro, compartía las iniciales con aquel compañero que el club ya no tenía. Para sumarse a este popular club de magia no hace falta mucho más que conocer y tener ciertas destrezas en este arte... y demostrarlo. Y así fue comoCarlos IIIentró en esta sociedad.
El truco de magia, 'herencia' familiar
El ahora rey y entonces príncipe de Gales se dio a conocer en esta sociedad una noche de 1975, rodeado por algunos de los mejores magos del mundo. Era la primera vez que Carlos III iba a hacer un truco de magia en público y tiró de una 'herencia' familiar: la ilusión que eligió fue la conocida como 'Copas y bolas', que su tío abuelo y también su mentor, Lord Mountbatten, quiso que le enseñaran cuando tenía poco más de 20 años. La historia de cómo optó por este truco se remonta a la década de los cuarenta: por aquel entonces, el teniente Robert de Pass, miembro de la tripulación del destructor británico HMS Petard, vio cómo un mago callejero de El Cairo (Egipto) realizaba este truco en una calle de la ciudad.
De Pass, aficionado de la magia, ensayaba este truco con un juego de copas que decidió comprar en el mismo lugar donde conoció el truco y una vez que finalizó su servicio militar, logró entrar en The Magic Circle, en 1946. Con este truco y estas copas, el teniente actuó por toda Europa, también ante la monarquía griega y sueca. Según 'The Telegraph', el siguiente truco de De Pass era enseñarle al príncipe de Gales cómo hacer magia con el mismo material con el que él había trabajado durante años. Cuenta el hijo de De Pass que su padre fue entonces enviado a Buckingham para enseñarle a Carlos este truco, ante la insistencia del tío abuelo del príncipe, Lord Mountbatten, y de su interés en que entrara en aquel círculo de magos.
El que fuera teniente tuvo sólo 20 minutos para enseñar lo que había detrás del truco, pero le regaló a Carlos III las copas y las bolas para que pudiera practicar. En una de las actuaciones, en 1975, fue cuando se le propuso convertirse en miembro de la sociedad. "El príncipe Carlos era como un miembro regular del público, escuchaba cada palabra y se reía en el momento apropiado", señalaba el editor de la circular del club, David Beckley. Aquella noche, el 28 de octubre, Francis White y John Salisse, presidente y secretario del club, llevaron a Carlos III al escenario y le ofrecieron el certificado de membresía y la medalla azul de The Magic Circle.
Pero para que pudiera ser suyo, tenía que hacer un truco en público. "¿Lo ha hecho alguna vez?", le preguntaron. "Nunca", dijo él. Pero tiró de 'herencia' y presentó ante el público el truco que De Pass le había enseñado. "Tengo entendido que este truco es tan antiguo que está grabado en las paredes de las tumbas de los reyes egipcios", dijo, antes de comenzar y empezar a hablar sobre su deseo de viajar a Egipto. "Uno de los grandes secretos de la magia, según me han dicho, es hablar tanto como se pueda para desviar la atención", bromeó después.
La figura de Carlos III apareció en la portada de la circular del club en el mes de diciembre, después del triunfo del entonces príncipe aquella noche. "Su encanto natural y su personalidad cautivaron al público mientras llevaba a cabo su actuación", señalaba uno de los magos del club. Según el expresidente del club Michael Bailey, autor de 'The Magic Circle: haciendo magia a lo largo de los años', el príncipe "ni se inmutó" cuando se dio cuenta de que tenía que presentar un truco de magia "notoriamente complicado" sin haber tenido tiempo para ensayar previamente. "Era improbable que los examinadores suspendieran al futuro rey, pero Robert [de Pass] vio con orgullo cómo el que había sido su pupilo real se convertía en miembro de la sociedad". Y no sólo miembro: desde entonces, Carlos III es miembro honorario vitalicio y también integrante del Inner Magic Circle, el reducido club de magos 'top' dentro de esta sociedad.
'Copas y bolas', un clásico de la magia
El truco que el rey de Inglaterra utilizó para entrar en esta sociedad es uno de los grandes clásicos de la magia. Se trata de un truco en el que una serie de bolas aparecen y desaparecen misteriosamente de debajo de unas copas, normalmente tres. En ocasiones el 'show' finaliza con la aparición por sorpresa de elementos ajenos. Es, además, un pequeño espectáculo con multitud de adaptaciones, que es habitual ver en artistas callejeros en ferias y mercados. En España también se incluye este dentro de los conocidos como trucos de los trileros, aunque en este caso casi siempre lleva asociado un puntito de estafa.
El mago John Mulholland escribió en algún momento que Houdini creía que nadie podía ser un buen mago sin dominar el truco de 'Copas y bolas', que incluye muchos de los elementos básicos de la magia, entre ellos la destreza con las manos y la capacidad para dirigir a la audiencia, clave para mantener (o distraer) la atención.