Trump, redobla la presión en Venezuela. Por primera vez, habla de una intervención militar como opción para acabar con la crisis en el país. En una entrevista para la CBS, lo ha reconocido: rechazó verse con Maduro, cuando este se lo pidió hace unos meses. El motivo, dice, es que el proceso ya estaba muy avanzado para sentarse a hablar.
Las palabras de Trump han provocado la reacción de Rusia, que asegura que la comunidad internacional debería centrarse en ayudar, evitando cualquier interferencia destructiva. En la otra cara de la moneda, Maduro, no se amilana y sigue presumiendo del apoyo del ejército.
Desde Estados Unidos, el asesor de seguridad nacional de Trump, Jhon Bolton insinuaba que si Maduro no abandona Venezuela, acabará en "Guantánamo" y hace un llamamiento a los militares: "Al alto rango militar de Venezuela, ahora es el momento de estar al lado del pueblo venezolano".
En Bagdad, ha sido Jonathan Delfi Velasco el último en mostrar su apoyo a Guaidó. También un segundo militar que lo hace esta semana. Mientras tanto, en Venezuela un pueblo grita dividido en las calles. Guaidó anuncia que la ayuda humanitaria está llegando y Maduro dice, continuará en la lucha.