¿Otro enemigo?
Trump advierte a Sudáfrica por practicar "una violación masiva de los derechos humanos"
Lo que se sabe Sin una razón aparente o una disputa reciente que ayude a entender este ataque, el republicano aseguró que el país africano está "confiscando tierras y tratando muy mal a ciertas clases de personas".
El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, acusó este domingo a Sudáfrica de practicar "una violación masiva de los derechos humanos que sucede a la vista de todo el mundo", en una publicación que escribió en su propia red Truth Social.
Sin una razón aparente o una disputa reciente que ayude a entender este ataque, Trump comenzó diciendo que el país africano está "confiscando tierras y tratando muy mal a ciertas clases de personas", algo que "la izquierda radical no quiere ni que se mencione". Ante esta situación, advierte que "Estados Unidos no lo tolerará. Actuaremos", anuncia, sin dar mayores precisiones. Si bien anticipa que va a cortar todo financiamiento futuro a ese país hasta que se lleve a cabo una investigación.
Sudáfrica se convierte así en el primer estado del continente africano amenazado por Trump, como en los pasados días lo han sido Colombia, México, Canadá y China, aunque en esos casos por motivos más claros y detallados por el propio Trump. A falta de explicaciones suplementarias del republicano, cabe pensar que el enfado del presidente estadounidense tiene que ver con el protagonismo de Sudáfrica en el grupo BRICS, cuyos planes para prescindir del dólar como moneda de intercambio comercial han enfurecido al magnate.
Otra cuestión que puede subyacer en la 'elección' de Sudáfrica puede ser el paso dado por este país para denunciar al Estado de Israel por "genocidio" en Gaza ante la Corte Internacional de Justicia, dada la estrecha alianza de EEUU con Israel, que Trump pretende reforzar más todavía. Un refuerzo que se reflejará del encuentro que ambos mandatarios mantendrán este martes en Washington.
Horas después, ha llegado la reacción del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, quien ha defendido que el país que dirige es una democracia constitucional "profundamente arraigada en el estado de derecho, la justicia y la igualdad". "Sudáfrica es una democracia constitucional profundamente arraigada en el estado de derecho, la justicia y la igualdad. El gobierno sudafricano no ha confiscado ninguna tierra", dijo Ramaphosa en su cuenta de la red social X.
Además, Ramaphosa ha negado que su Gobierno hubiese confiscado ninguna tierra y explicó que la ley de Expropiación sudafricana, recientemente adoptada, "no es un instrumento de confiscación, sino un proceso legal constitucionalmente obligatorio que garantiza el acceso público a la tierra de manera equitativa y justa, tal como lo guía la constitución". "Sudáfrica, al igual que los Estados Unidos de América y otros países, siempre ha tenido leyes de expropiación que equilibran la necesidad del uso público de la tierra y la protección de los derechos de los propietarios", dijo.
Así, ha mostrado su predisposición a dialogar con la administración Trump sobre la nueva política sudafricana de reforma agraria y "sobre cuestiones de interés bilateral". "Estamos seguros de que, a partir de esos diálogos, compartiremos un entendimiento mejor y común sobre estos asuntos", ha añadido Ramaphosa en la misma publicación.
Asimismo, ha asegurado que EEUU "sigue siendo un socio estratégico político y comercial clave" para el país, pero ante la amenaza del mandatario norteamericano de cortar los fondos al país, Ramaphosa dijo que, con excepción de la ayuda procedente del Plan de Emergencia del Presidente de los EEUU para el Alivio del SIDA -que, según dijo, constituye el 17% del programa sudafricano para luchar contra esta epidemia-, "Estados Unidos no proporciona ningún otro financiamiento significativo a Sudáfrica".