Lo que empezó como una mera llamada telefónica entre dos presidentes se ha ido revelando como un plan secreto de Donald Trump para poner en aprietos a su rival político, el exvicepresidente Joe Biden, según se han conocido detalles de las presiones del mandatario estadounidense a Ucrania para investigar al político demócrata.
Después de una semana políticamente agitada, Trump, quien no tiene previstas actividades públicas este sábado, se limitó a publicar una serie de mensajes en su cuenta de Twitter, en los que insistió en quejarse de "acoso".
Pero también cargó contra los demócratas, que son mayoría en la Cámara Baja y anunciaron el pasado martes el inicio de una investigación de juicio político contra el gobernante por traicionar, entre otros, la seguridad nacional.
Trump se refirió a Jerrold Nadler (presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes) y Adam Schiff (líder del Comité de Inteligencia), así como a la joven congresista Alexandria Ocasio-Cortez, quien junto a sus colegas Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley forma parte de 'La brigada' ('The Squad'), reconocidos por ser críticas del actual Gobierno.
"¿Se imaginan si estos despiadados demócratas sin iniciativa, como Nadler, Schiff, AOC (Alexandria Ocasio-Cortez) más tres, y muchos más, tuvieran un partido republicano que le hubiera hecho a (en su momento presidente Barack) Obama lo que los sin iniciativa me están haciendo?", indicó Trump.
Horas más tarde, publicó un vídeo en el que calificó lo que está sucediendo como "la estafa más grande en la historia de la política estadounidense" y defendió, apelando a su eslogan de campaña contra la corrupción, que están luchando "para drenar el pantano". "Todo es muy simple. Están tratando de detenerme porque estoy luchando por ti y nunca dejaré que eso suceda", agregó Trump, al advertir que el país "está en riesgo como nunca antes".
El gobernante, que esta semana se reunió con su colega de Ucrania, Vladímir Zelenski, en Nueva York al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, optó por mantenerse distante este sábado de las cámaras y dedicarse a jugar golf junto al senador republicano Lindsey Graham y los consagrados golfistas Gary Player y Annika Sörenstam.
Sin embargo, los medios siguen manteniendo en la palestra la tormenta política que vive Washington a raíz de la conversación telefónica sostenida por ambos líderes el pasado 25 de julio. La transcripción de la llamada, difundida el miércoles por la Casa Blanca, evidenció que el gobernante pidió como "favor" a Kiev que investigara a Biden, quien se ha sumado a la quiniela de líderes demócratas que aspiran a la candidatura de ese partido de cara a las elecciones de 2020.
Biden anunció el pasado 25 de abril su postulación a la candidatura demócrata como favorito en las encuestas, y Trump, que buscará su reelección el próximo año, le dio en ese entonces en Twitter la "bienvenida a la contienda" al dirigente, al que llama "Adormilado Joe".
Desde entonces, la elección era el tema en común entre Biden y Trump. Pero fue la hasta ahora inadvertida conversación la que se transformó, por cuenta de una queja formal presentada el pasado 12 de agosto por un miembro de la Inteligencia de Estados Unidos, en el germen de una investigación que tiene como pieza clave a un presunto espía de la CIA.
Según la queja desvelada por el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el espía se quejaba "de que el presidente de EEEUU está utilizando el poder de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones estadounidenses de 2020".
Y su denuncia no cayó en saco roto, pues la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció el martes la investigación contra Trump, para cual ya varios comités de la Cámara Baja han solicitado documentos al secretario de Estado, Mike Pompeo, y han citado a declarar a varios funcionarios de su oficina.