Escenario preocupante
Trump no descarta una recesión como consecuencia de la guerra arancelaria: "Hay un periodo de transición"
Los detalles El presidente de EEUU dice "odiar predecir cosas como esa", y al mismo tiempo asegura que está "trayendo la riqueza a EEUU de nuevo".

Resumen IA supervisado
El inicio de semana en Estados Unidos se presenta complicado, con posibles repercusiones globales. Donald Trump ha hablado de un "periodo de transición" que podría llevar a una recesión económica debido a la guerra arancelaria contra potencias como China, Canadá, México y la Unión Europea. En una entrevista con Fox News, Trump afirmó que está "trayendo la riqueza a EEUU", aunque no descartó la recesión. En el Air Force One, mencionó que los aranceles generarán grandes ingresos. Mientras Trump sugiere este "periodo de transición", el secretario de Comercio, Howard Lutnick, niega la posibilidad de recesión, afirmando que los aranceles globales disminuirán. Trump ha defendido los "aranceles recíprocos" y su política económica, prometiendo atraer empleos y reabrir fábricas. Además, rechazó evaluar sus políticas según el impacto en el mercado de valores, sugiriendo un enfoque a largo plazo similar al de China. La situación se complica con nuevos aranceles chinos a productos estadounidenses.
* Resumen supervisado por periodistas.
Inicio de semana muy complicado en Estados Unidos que puede tener gran reverberación a nivel mundial. "Periodo de transición" es la palabra que ha empleado Donald Trump para no descartar la posibilidad de que su país sufra una recesión económica como consecuencia de la guerra arancelaria que ha impulsado contra gran parte de las potencias internacionales, como China, Canadá, México o la propia Unión Europea (UE). Eso sí, lo ha hecho a su manera.
"Odio predecir cosas como esa. Hay un periodo de transición, porque lo que estamos haciendo es muy grande", ha asegurado el presidente norteamericano en una entrevista concedida a la cadena Fox News, donde al tiempo que ha hablado de ese "periodo de transición", que llevará un "poco de tiempo", también ha asegurado que está "trayendo la riqueza a EEUU, de nuevo". Lo que hace genera especial preocupación sobre esta posibilidad, puesto que no ha sido la primera vez en comentarla en este fin de semana. La Reserva Federal de EEUU ha alertado ya de algunos sectores que estarían subiendo los precios.
En el Air Force One, poco después de poner fin a su estancia en su residencia de Mar-a-Lago, Trump ya advirtió -de nuevo a su manera- sobre la posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión económica a razón de la guerra comercial declarada al mundo entero. "¿Quién sabe? Lo único que les puedo decir es que vamos a recaudar cientos de miles de millones en aranceles y nos vamos a volver tan ricos que no vamos a saber cómo gastar todo ese dinero", respondió.
Parece que al tiempo que inicia aparatosos fuegos, la Casa Blanca intenta apagarlos. Mientras Trump abría la posibilidad de que se diera ese llamado "periodo de transición", el secretario de Comercio, Howard Lutnick, ha intentado desvincular completamente a EEUU de esa posibilidad. Así lo ha expresado el dirigente republicano en una entrevista concedida a NBC: "No habrá una recesión en EEUU. Los aranceles globales van a bajar porque el presidente Trump ha dicho: ¿Nos quieren imponer un 100%? Nosotros les impondremos un 100%".
Trump tuvo que abordar los vaivenes en los aranceles de su Gobierno a México y Canadá, que preocupan a los mercados, después de haber adelantado que el 2 de abril entrarán en vigor los "aranceles recíprocos". En esa línea, ha insistido en que tienen sentido porque otros países están "estafando" al suyo, aunque la semana pasada también reconoció que su política económica podría requerir "pequeños ajustes" para los estadounidenses.
Respecto a los aranceles recíprocos a los bienes de aquellos países que graven las importaciones estadounidenses, Lutnick explicó que "algunos productos que se hacen en el extranjero pueden ser más caros, pero los estadounidenses se abaratarán, y esa es la meta". Un fin que persigue desde su reciente vuelta a la presidencia estadounidense con amenazas a México, Canadá y China, aunque ha aplicado las tasas para, en algunos casos, revertirlas temporalmente, como en el caso de los bienes incluidos en el acuerdo T-MEC con sus vecinos.
"Vamos a atraer trabajos, vamos a volver a abrir fábricas", prometió en declaraciones a la prensa antes de aterrizar en Washington. Respecto a la pausa en los aranceles al sector automotor, totalmente integrado entre los tres países, declaró que lo hizo porque quería "ayudar a los fabricantes estadounidenses" y les dio "un pequeño respiro", pero sostuvo que los gravámenes "pueden subir" más adelante.
Además, Trump rechazó evaluar esas políticas según el impacto en el mercado de valores y propuso el modelo de seguimiento económico chino: "Si miran a China, ellos tienen una perspectiva de 100 años. Nosotros vamos por trimestres, y no se puede hacer así, hay que hacer lo correcto", dijo. Precisamente, el gigante asiático ha dado un nuevo paso en esta guerra comercial mediante la entrada en vigor de nuevos aranceles para productos agropecuarios estadounidenses.