Más aranceles
Trump escala su guerra comercial y anuncia aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio
Nuevo capítulo El presidente de EEUU lleva su guerra arancelaria un paso más allá. Bruselas rechaza la imposición de aranceles, pero afirma que no responderá a "anuncios generales" sin conocer los detalles.
![El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Super Bowl El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Super Bowl](https://fotografias.lasexta.com/clipping/cmsimages01/2025/02/10/C57E08C9-A246-4250-B06E-78B3D52D329A/presidente-estados-unidos-donald-trump-super-bowl_160.jpg?crop=1920,1080,x0,y0&width=544&height=306&optimize=low&format=webply)
Nuevo capítulo en la guerra comercial emprendida por Donald Trump. El presidente de Estados Unidos avanzó este domingo que este lunes impondrá nuevos aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio. Gravámenes que se sumarán así a las tarifas ya existentes y que llevan su amenaza arancelaria un paso más allá.
Además, el mandatario republicano anunciará aranceles recíprocos con otros socios comerciales el martes o el miércoles, según adelantó ante los medios de comunicación desde el Air Force One de camino a Nueva Orleans para ver la Super Bowl. El magnate indicó que Estados Unidos igualaría los tipos arancelarios de otros países y que esto se aplicará a todos. "Simplemente es: si ellos nos cobran, nosotros les cobraremos", resumió.
"Todo el acero que entre en Estados Unidos tendrá un 25% de arancel. El aluminio también", añadía, a preguntas de los periodistas. Durante su primer mandato, Trump ya impuso aranceles del 25% sobre el acero y del 10% para el aluminio, pero luego otorgó cuotas libres de impuestos a varios socios comerciales, como Canadá, México y Brasil. El expresidente Joe Biden extendió después esas cuotas a Reino Unido, Japón y la Unión Europea.
Trump también adelantó que celebrará una rueda de prensa el martes o el miércoles para dar más detalles de su plan de aranceles recíprocos, añadiendo que reveló por primera vez el viernes que los estaba planeando para garantizar "que seamos tratados equitativamente con otros países".
El presidente estadounidense viene quejándose desde hace tiempo de que los aranceles del 10% de la Unión Europea sobre las importaciones de automóviles son mucho más altos que la tasa de automóviles de Estados Unidos del 2,5% y con frecuencia afirma que Europa "no aceptará nuestros automóviles", pero cada año envía millones a través del Atlántico. EEUU, sin embargo, disfruta de un arancel del 25% sobre las camionetas, fuente vital de ganancias para los fabricantes de automóviles de Detroit.
Reacción de la UE
La Comisión Europea, precisamente, ha avisado de que no hay "justificación" para imponer aranceles a las exportaciones de acero y aluminio de la Unión Europea y que responderá ante cualquier medida "injustificada" que pueda poner en riesgo los intereses europeos. Sin embargo, Bruselas matiza que no ha recibido "ninguna notificación oficial" que confirme que las producciones comunitarias serán penalizadas por la medida anunciada por Trump.
"No responderemos a anuncios generales sin detalles ni aclaraciones escritas. La Unión Europea no ve justificación para la imposición de tarifas sobre sus exportaciones", ha indicado el Ejecutivo comunitario.
"Responderemos para proteger los intereses de los negocios, trabajadores y consumidores europeos de cualquier medida injustificada", continúa el comunicado, en el que el bloque comunitario recalca también que, de manera general, toda imposición de tarifas "sería ilegal y económicamente contraproducente, especialmente dadas las cadenas de producción profundamente integradas que la UE y Estados Unidos establecieron a través del comercio y la inversión transatlánticos".
La Comisión Europea, que habla en nombre de los 27 Estados Miembros en materia comercial, argumenta que los aranceles "son esencialmente impuestos" y que, de imponer estos gravámenes, la nueva Administración Trump "estaría gravando a sus propios ciudadanos, elevando los costes para las empresas y alimentando la inflación". El Ejecutivo comunitario advierte, asimismo, de que los aranceles "aumentan la incertidumbre económica y perturban la eficiencia y la integración de los mercados globales".
Sin acuerdo con China
Entretanto, este mismo lunes han entrado en vigor los aranceles impuestos por China a productos estadounidenses en represalia por los aplicados por Washington a las importaciones de ese país, sin que por el momento haya signos de que las dos potencias hayan alcanzado un acuerdo al respecto.
Pekín anunció la semana pasada aranceles del 10 al 15% a ciertos productos de Estados Unidos a partir de este lunes, después de que entraran en vigor los gravámenes adicionales del 10% que impuso Trump a los bienes chinos. Además, el gigante asiático también anunció nuevos controles a las exportaciones de minerales clave y lanzó una investigación antimonopolio contra Google.
De esta forma, China aplicará desde este lunes un arancel del 15% a productos de carbón y gas natural licuado, así como uno del 10% a los de petróleo crudo, maquinaria agrícola, automóviles de gran cilindrada y camionetas. Según Pekín, los aranceles de Trump, impuestos a cuenta del fentanilo, "violan gravemente las normas de la Organización Mundial del Comercio", ante la que ya ha llevado el caso.
Trump, en cambio, retrasó un mes la entrada en vigor de sus aranceles a Canadá y México, pero no así la de las tarifas a las importaciones chinas. Sin embargo, algunos expertos han asegurado en los últimos días que China buscaba negociar desde una posición de fuerza para evitar un conflicto comercial a gran escala.
El propio Trump aseguró que hablaría con responsables chinos en un futuro próximo y, según algunas voces, las represalias chinas son "firmes pero no agresivas" porque una negociación "es posible y deseable" para el país asiático. Desde Pekín no ha trascendido ninguna información oficial sobre una negociación y todo podría quedar en manos de si el magnate neoyorquino propone una llamada al líder chino, Xi Jinping, para acercar posturas.