En un mitin de casi una hora y media, Donald Trump perfiló su Presidencia como una lucha por sus votantes bajo el constante "asedio" de la "clase política", y advirtió de que votar por la oposición demócrata en 2020 equivaldría a respaldar "el socialismo radical y la destrucción del sueño estadounidense".
El acto era una mera formalidad, porque Trump tramitó los papeles para presentarse a la reelección el primer día de su Presidencia, en 2017, y se ha mantenido en perpetua campaña hasta ahora.
Cuatro años después de bajar las escaleras mecánicas de la Torre Trump en Nueva York para anunciar su primera campaña presidencial, el mandatario repitió las mismas ideas que ha expresado en 550 mitines desde entonces.
También arremetió contra la prensa y contra los "trece demócratas enfadados" que, a su juicio, conformaron el equipo del fiscal Robert Mueller, que investigó la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Si, al anunciar su campaña en 2015, Trump llamó "criminales" y "violadores" a los inmigrantes que llegaban desde México, en este discurso advirtió de que "la migración ilegal masiva" promete "cortar el camino hacia el sueño estadounidense" a los ciudadanos "más vulnerables" de su país.
"Gracias a las políticas demócratas, los niños de escuelas en todo el país están siendo amenazados por la violenta banda criminal MS-13", indicó.
Trump insistió en su voluntad de "deportar a los inmigrantes" indocumentados y acabar con las "ciudades santuario" que los protegen, y pidió ayuda para elegir "un Congreso republicano" y "crear un sistema seguro, moderno y legal de inmigración".
Además, reiteró que quiere llevar a estadounidenses a Marte, "erradicar el sida en EEUU" y encontrar la cura para el "cáncer", una de las prioridades que se ha marcado Biden, el favorito en la carrera demócrata.