La evolución del presidente

Trump, un proteccionista que defendía el empleo en Bangladesh y produce su merchandising en la archienemiga China

Los detalles
El líder republicano defendió abiertamente la producción en países en vías de desarrollo hasta que se convirtió en candidato presidencial en 2016.

Trump, un proteccionista que defendía el empleo en Bangladesh y produce su merchandising en la archienemiga China
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Los primeros tres meses del segundo mandato de Donald Trump han estado marcados por el proteccionismo. Los aranceles, la guerra comercial y la obsesión por poner trabas a sus aliados tradicionales han convertido a Estados Unidos en una amenaza para el comercio internacional.

Trump presume ahora de proteger a las empresas estadounidenses y fomentar la industria local en detrimento de los productos importados. Sin embargo, no siempre ha tenido una postura tan proteccionista. En 2012, cuatro años antes de postularse para su primer mandato, aseguró en una entrevista que "dar trabajo a personas en Bangladesh es bueno".

El primer volantazo proteccionista llegó en 2016, cuando Trump se convirtió en candidato a la presidencia por el Partido Republicano con la promesa de "hacer a América grande otra vez". A partir de su llegada a la Casa Blanca, en enero de 2017, el magnate se convirtió en un ferviente defensor del producto nacional.

"Estamos aquí hoy para celebrar los mejores productos del mundo, productos hechos con el corazón, el esfuerzo y el orgullo estadounidenses", dijo en un acto oficial en 2018 mientras anunciaba sus primeros aranceles a las importaciones.

De hecho, pasó de defender a las empresas que subcontrataban a atacarlas frontalmente. "No más Oreo", dijo Trump en un acto electoral criticando a la marca de galletas por deslocalizar su producción.

Su merchandising, 'made in China'

Pero si algo caracteriza a Trump es la hipocresía. El mandatario republicano se llena la boca defendiendo la producción local, pero sus productos de 'merchandising' se fabrican en 12 países distintos, entre los que destaca la archienemiga China. Camisetas, calcetines y hasta muñecos con su casa que prometen "hacer a América grande de nuevo" pero que se producen en esos países a los que ahora Trump ha impuestoaranceles que, en algunos casos, superan el 100%.