A pesar de ser la reunión del G20, cita más esperada era la primera reunión de Trump y Putin. Prueba de ello han sido las largas colas producidas en el pasillo para coger sitio y hacer la foto: la de un apretón de manos tan firme como cordial.

Ambos han reconocido que están encantados de conocerse, dándole la vuelta a semanas de tensión diplomáticas. Están satisfechos, dicen, por una charla muy productiva. "Hablar por teléfono nunca es suficiente", ha dicho el líder ruso. Hablaron en privado del 'Rusiagate' y de las supuestas injerencias de Moscú, que ha negado Putin, aunque el estadounidense al principio no ha querido desvelarlo ante los periodistas.

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Han sido más de dos horas de reunión de las que sale una tregua para parte de Siria. Su primer apretón de manos se había dado antes de forma oficiosa en la sala de descanso, una toma de contacto sorprendentemente efusiva, entre sonrisas, palmaditas y colegueo.

Trump también se ha visto con uno de sus 'amienemigos', el presidente de México, Enrique Peña Nieto. En esta primera jornada de trabajo, los 20 han hablado mucho de colaboración antiterrorista, aprobando una declaración que incluye a iniciativa española, un reconocimiento a las víctimas.

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Más diferencias, admite Merkel, hay en torno a otra lucha, la del Cambio Climático, punto de fricción que podría provocar que fuera la primera cumbre del G20 que acabe sin declaración unánime.

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